sábado, 23 de abril de 2011

Masotta.



(Oscar Masotta, el tercero desde la derecha, en 1958.)

Superhombres, mundos remotos, desdoblamientos de las personalidades y personajes inmortales, recomienzo infinito de anécdotas nuevas sin progresión real del tiempo histórico, personajes que conservan la misma edad a lo largo de veinte o treinta años de apariciones de la tira, fieras y faunas exóticas, ciudades e instrumentos de supertécnica, etc.: se comprende la tentación de explicar el fenómeno de la tira dibujada, su éxito y su popularidad, su carácter de mensaje de masas, a partir de sus efectos y en términos psicológicos (identificación, proyección) o sociológicos.

El “esquematismo” contemporáneo y la historieta, Conciencia y estructura, Pág. 230. 1966.

La historieta es un medio “inteligente” y estético al nivel mismo del contacto: hace posible una cierta contemplación de lo que hace posible constituir el relato. La restricción que obliga al dibujante a traducir hechos de series perceptuales distintas a un verdadero paisaje lunar sin sonidos, ruidos, ni movimientos, y donde las carencias son convertidas en exageraciones y las imposibilidades en efectos, se halla en los fundamentos de una inteligencia comparativa y de una imaginación del espesor del signo. Existe en la historieta y al estado naciente una estética semejante a la que fue introducida en la historia del arte por Schwitters y Duchamp, una táctica analizadora que descompone siempre los mensajes en sus parámetros. La diferencia consiste en que mientras la estética del dadaísmo considera siempre el contexto real como el parámetro que debe ser alcanzado por la transformación, la historieta conserva los resultados de sus traducciones en el interior del marco imaginario.

Reflexiones pre semiológicas sobre la historieta: el ‘esquematismo, Conciencia y estructura, Pág. 286. 1967.

El proyecto de LD –una reflexión militante sobre la historieta- puede parecer complejo, más aún, contradictorio. Ante todo, porque se puede reflexionar sobre la historieta sin que las historietas nos gusten. Y porque tal vez en ninguna época más que en la nuestra, ni de modo más agudo, las cuestiones relativas al gusto se han hecho más chocantes en relación a aquellas referidas a la política, a la ideología, a la moral. Pero nosotros pretendemos escapar tanto a un ideologismo puritano (que siempre nos reprochará que gustemos o gocemos de las cosas) como de un esteticismo aburrido y vacío.

Presentación de LD – Literatura Dibujada. Número #01, Noviembre de 1968.

Contra un decorado de objetos irreconocibles pero duramente perfilados, aparece un universo de relaciones que se resumen y se congelan en un triángulo básico: la gata Krazy, que ama al ratón; éste, Ignatz, que solo busca ladrillos para tirarlos a la cabeza de la gata; y “The Offisa”, el perro, guardián del orden, enamorado de Krazy, el encargado de conducir incansablemente a Ignatz a la cárcel.
(…)
La tradición cuenta que un ratón, enamorado de la beldad, y aconsejado por un adivino, había escrito su declaración de amor en un ladrillo que lanzó a la gata, quién después de recuperarse del desfallecimiento aceptó encantada la proposición del ratón.
(…)
Se entrevé entonces la significación del triángulo, donde el perro, a fuerza de penar al ratón, pone al descubierto completamente el absurdo idealismo de la regla jurídica, mientras que el único realismo reside en el amor de la gata; y la frialdad del ratón es función del instantaneísmo de sus deseos y de su ignorancia de la tradición y la historia: es lo que lo vuelve homogéneo al policía y a la ley.


La historieta en el mundo moderno, Pág. 29-30. 1970.

En primer lugar, la publicidad y las tensiones internas de una sociedad, que al incrementar su industrialización, liberaliza sus costumbres; resultado: afluencia del “girl strip”.

La historieta en el mundo moderno, Pág. 37.

(Sobre Prince Valiant)
Prevalece en la historieta en verdad una pintura no escolástica de la Edad Media y un aire pagano de vida, un cristianismo democrático que se halla en la base, se sabe, de un cierto socialismo utópico.

La historieta en el mundo moderno, Pág. 58.

(Sobre Peanuts)
Schulz, que es amado por todo el mundo, ha sido aceptado por marxistas y cristianos.
Los pibes de Schulz, seres inseguros que desean ser amados, no solo son individuos psicológicos, sino que lo son obviamente. El desciframiento del comportamiento del personaje, en clave psiquiátrica y psicoanalítica, es ofrecido al lector con el comportamiento mismo.


La historieta en el mundo moderno, Pág. 75.

Dick Fulmine fue realmente un superhéroe “a la italiana”, que no sobresalía más que por su fuerza física: de enorme caja torácica, mentón cuadrado y un rostro dibujado según un esquema que hoy nos parece combinar admirablemente los de Clark Kent y los de Mussolini.

La historieta en el mundo moderno, Pág. 129-130.

2 comentarios:

gabriel roel dijo...

Buenas noches, una consulta: ¿podrían subir los créditos de la foto de Masotta y cia.?

Amadeo dijo...

es tuya la foto? o de alguien que conocés?

yo me la bajé de un sitio ignoto, llegué no sé como navegando. es muy linda. si tenés los créditos estaría más que encantado de agregarlos. si no prometo buscarlos y meterlos.

saludos!