viernes, 26 de agosto de 2011
Praga. Turismo.
Aprovechamos unos días libres que tenia chichi para irnos a Praga, luego de solo dos noches en Berlin. Nos levantamos temprano y fuimos a la Berlin Haupbanthof (la estación principal de tren, una construcción maravillosa con 5 pisos y dos lineas de Tren, una norte sur y otra este-oeste).
El viaje en tren fue lindo y caluroso, y el paisaje es genial, yendo por el borde de un rio con montañas a ambos lados y pequeños castillos y construcción militares en sus puntas. Por la orilla del rio ya se notaba que estabamos en otro país, con un montón de edificios claramente socialistas y todos los carteles en checo.
Luego de 4 horas llegamos a Praga. Salimos de la estación, y empezamos a caminar en camino al Hostel donde habiamos reservado unas camas. Ibamos caminando panchos cuando de pronto nos cruzamos con una maravillosa torre gotica y negra que salia por detras de todos las casas y callejuelas como si nada y nos pegó como trompada "..oook, así que esto es Praga".
Empecemos por lo obvio, Praga es estúpidamente hermosa. Todo es lindo y maravilloso, las ventanas, carteles, techos, estatuas, decorados y motivos en cada edificio, todo todo todo es genial. La parte céntrico-turística (digamos, lo que es la ciudad vieja y los alrededores del puente) no pueden MAS y esta todo impecablemente conservado, con muchas construcciones de muucho antes de que existiera Uruguay, arquitectura que ni a palos hay en otras partes del mundo. Pero no pasó mas de media hora para darnos cuenta de que habia un GRAN problema en esta ciudad con lo cual no estabamos comodos: Los turistas, o sea, nosotros. Llegamos en temporada alta y las calles estan repletas de gallegos porteños estadounidenses ingleses griegos alemanes uruguayos japoneses y coreanos etc. Creo que vimos más gente extranjera que gente nativa de República Checa. Esto causa que todo en el centro sea bastante caro, todos los locales de esa zona sean turismo-oriented y todas las calles estén llenas de gente que te pecha empuja y sacar una foto a algo sin que aparezca otro turista sacando una foto sea casi imposible..
Y nada, prefiero mil veces perderme entre todo el mundo y vivir un poco la "vida normal" deuna ciudad, hacer lo que ellos hacen, recorrer las mismas calles, no se, empaparse un poco de su mundo. Es mucho más lindo encontrarse un objeto extraño en una feria que comprar un souvenir pedorro o una botellita de absinthe en uno de los ocho mil locales que se dedican a vender esas cosas. Pero es imposible. Y tambien me fue imposible evitar una sensación media amarga de que el mayor problema del lugar y lo que afeaba todo mas eramos nosotros mismos.
En fin, turismo: Recorrimos la plaza principal, cruzamos el Puente Carlos (la estatua de la libertad de Praga, ponele), vimos el Reloj Astronómico (es la puta gloria), nos cagamos de calor, visitamos varias catedrales, nos perdimos en decenas de callejuelas y nos dormimos una pequeña siesta dentro del castillo, supuestamente el castillo más grande del mundo pero que carece de tal gracia ya que se trataría simplemente de una pequenia villa dentro de la ciudad. De noche fuimos a un pubcito llamado Cross Club, con un ambiente muy agradable y una decoración totalmente genial. Era básicamente un pub Steampunk, lleno de engranajes, leds, canerías y tubos, algo que podría ser re terraja pero estaba muy delicado y lindo. En la zona del boliche tenías esa decoración combinada con arboles, adentro la misma decoración pero más elaborada (las piezas y engranajes se movían!) y abajo se podía bailar, lo que parecía ser mucho drum n´ bass y electrónica al palo. Aparentemente, esa música sigue explotando y esta totalmente viva y coleando acá en europa del este.
Algunas pequeñas observaciones: El valor de la corona checa y el peso uruguayo son casi equivalentos. Eso hace que cualquier cálculo para comer sea una papa. Ademas, Praga puede ser muuy barato, especialmente para comer y beber. El medio litro de (deliciosa) cerveza esta unos 30 o 40 coronas. Podes comer prolijo en un bar-restaurant super digno por 100-150. Y la comida esta muy muy bien. La gente en general es muy agradable y se intenta entender bien en inglés. Ante la duda, la gente sonríe. Lo que dicen sobre la belleza de las mujeres en Praga es totalmente cierto: Tienen unos rasgos preciosos y un no-se-qué tremendo. Para Parece ser algo totalmente genético. El subte de Praga es fantástico y tiene las escaleras mecánicas más terroríficas que vi en mi vida: van muuy rápido, son muy largas y van en un ángulo bastante más empinado al que uno esta acostumbrado. El sistema de transporte (como el de Berlín) es lindo y funciona muy bien. También yo pude experimentar lo que es la verdadera vida en un hostel (tm), conociendo un montón de gente de por ahí, gente de sudáfrica, eslovenia e - inevitablemente - argentina. En Praga vimos también muchos Douchebags (de verdad!) y también pude presenciar algúna situación sórdida y douchebag que no voy a detallar pero implicaba gente durmiendo, gente desnuda y gente sacando fotos.
Al siguiente día me quede solo y luego de pasear un poco y tomar un poco en distintos bares aleatorios de por ahí. Fue el primer momento de "viajar solo" y estuvo buenísimo. Estar rodeado de gente en un bar ruidoso causa el mismo efecto por oposición que estar en un lugar sereno y vacío. Y siempre que uno viaja para cualquier lado, también viaja lo mismo para dentro. Al otro día muy temprano compré algo para comer y tomar y me preparé para un viaje de 6 horas en tren para Múnich, que terminó siendo bastante más interesante de lo que esperaba.
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