If you ignore the chords your options are infinite and you can master guitar playing in one day.
David Fair.
Quizás esto sea ingenuo o se pueda leer como la
justificación de cierto lumpenaje tecnológico (y también tiene que ver con el
hecho de que se acerca mi cumpleaños), pero estuve pensando últimamente en el método
más sencillo y atrasado de pasar música en fiestas: 2 winamp y una ventanita de
búsqueda.
Y estuve pensando en que quizás es la mejor forma de pasar
música en una fiesta. Dos winamp y una ventanita de búsqueda. Familiar,
reconocible, sencillo, cavernícola y feo. Los humanos traen sus celulares,
mp4s, pendrives y discos externos y los conectan umbilicalmente a la notebook
encendida como una nave nodriza, un montón de cuadraditos parpadeantes en una
habitación llena de humo de cigarrillo. Y en el centro del sistema dos winamp y
una ventanita de búsqueda que cualquiera puede manejar. Y subir y bajar el
volumen que es una cosa de estúpidos.
Cualquiera viene y pone dos temas y después se va y la
fiesta se compone de una manada de micro-pinchadiscos. Obviamente que habría
momentos muy bajos y momentos geniales, kitsch, ironía bien y mal entendida,
hits revalorizados, expectativas truncas, sets demasiado cortos (o demasiado
largos), apropiaciones maniáticas y luchas de poder. Pero no habría centralidad
ni (probablemente) aburrimiento ni monotematismo.
Y si bien he visto cosas parecidas, no digo que sea una
nueva utopía, ninguna fiesta manejada con dos winamp y una ventanita de búsqueda
es perfecta. Pero me gusta la idea de un lugar en donde aquel que elige la
música que el resto va a bailar no tiene casi poder (más allá de la selección
de un puñado de temas). Diluido. Una manada de micro-pinchadiscos y una fiesta
esponsoreada por tus amigos.