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jueves, 9 de mayo de 2013

Dignified and Old

(una serie de observaciones sobre shows en vivo, reuniones, tours, cansancio, entusiasmo, y música)



Creo que la primera vez fue en el Personal Fest del 2004, ese con Primal Scream, Morrisey, Pet Shop Boys, etc. Estaba con un grupo de amigos, esperando a Blondie, banda que tenía muchas ganas de escuchar. Arrancó la banda y enseguida noté lo tristemente obvio: La banda era buenísima y le estaba rompiendo el culo a todas las otras bandas más jóvenes que había visto antes. Arrancó con mucha fuerza, notaba que los músicos eran muy buenos, y ahí se subió una señora con un tapado, con aspecto maltrecho, al escenario: Debbie Harry. Y Debbie cantaba mal, estaba visiblemente incómoda, y por la mitad del segundo tema se le cayó el micrófono al piso y se puso muy nerviosa y le costó agacharse para agarrar el micrófono. Era una señora cantando algo que no era ella, un fantasma de lo que había sido en un momento en el pasado, algo que no existía más. Un amigo me dijo lapidariamente : “Esto es patético”. Y nos fuimos, al segundo tema o tercer tema, a ver algún otro show. Horas después me encontré con alguna amiga que me dijo que disfrutó del show, porque “Era ella” y “Quería escuchar los temas, y verla, y yo estaba ahí, mirándola, contenta, pegada al alambrado”.

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Hace unos años fui a ver a Kiko Veneno a La Trastienda de Montevideo. Kiko en esa época estaba rozando los 60 años, y - como buen músico popular con un montón de trayectoria - hizo un show largo, de veintipico canciones. Y al final del show, antes de los bises, se lo notaba cansado, con poco aire, moviéndose más bien poco. El show fue muy bueno, lo disfruté, fui feliz, pero me quedó esa imagen como triste, de alguien que ama su trabajo pero que no está quizás al nivel de la vida del tour, de tocar tan seguido, de hacer sets tan largos.

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Creo que es una percepción muy personal. Supongo que tiene que ver con bueno, ser músico. Pero me afecta de sobremanera ver a un músico grande tocar por oficio, cansado. Me parece una imagen realmente terrible, más terrible seguramente de lo que sea, pero no puedo con ella. Tampoco tienen que ser músicos particularmente viejos, pero por favor: Si voy a un espectáculo lo último que quiero sentir es que la persona en el escenario estaría mas contento en su casa, viendo la tele con la doña.

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Cuando tenía 16 años viajé como demente a Buenos Aires a ver a la que en ese momento era mi banda favorita del mundo: Sonic Youth. Presentaban el NYC Ghosts & Flowers, quizás uno de sus últimos discos arties y experimentales. El show, que recuerde, fue buenísimo, con Kim Gordon tocando la trompeta, partes noise larguísimas donde nadie en el público de estadio sabía exactamente como reaccionar. No solo presentaron el disco, sino que tocaron varios "hits" de todos los tiempos, incluyendo temas raros y mu viejos. El mejor balance. Terminaron con una versión violentísima de Brother James. Aguante.

12 años después, ocurrió el sueño del pibe: ya que no sólo volví a ver a Sonic Youth sino que terminé compartiendo escenarios con ellos. Pero la banda que yo vi era distinta: Tocaban claramente en automático, las partes noise eran poco inspiradas, aburridas. Gran parte del repertorio fue del Daydream Nation, disco que estuvieron tocando de pie a cabeza hace un año o dos. Ya no los acompañaba Jim O Rourke en varios instrumentos, sino que estaba Mark Ibold, el bajista de Pavement, pibe que adoro pero que es un tronco magistral tocando el bajo y se pasó quietito mirando el bajo con miedo a pifiar. Kim y Thurston estaban más que divorciados: jamás cruzaron miradas en todo el show. Los temas estaban buenos, pero eran como una selección de los temas mas rockeros, violentos, y sencillos de la banda. Terminaron el set con un noise penoso donde Lee Ranaldo y Thurston se golpeaban las guitarras sin ganas, aburridos, sin violencia, onda “eeeh acá viene la parte del final donde hacemos bocha de ruido como en todos los shows que venimos tocando hace veinte años”. Que se yo.

Lo peor de la situación fue que el resto de mis amigos y mis compañeros de banda - excepto contadas excepciones - estaban enloquecidos con el show de los viejos rockeros de new york y les pareció la segunda llegada de Jesucristo con acoples y distorsión. Yo no entendía nada, y me sentí aíslado, perdido, con esa angustia estúpida de que tendrías que estar pasando bomba cuando en realidad estás más bien incómodo, pensando que seguramente el problema lo tenés vos.

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Es obvio que alguien va a leer esto y va a decir "Pará flaco, yo estuve en el recital de XXXX y estuvo genial, flasheaste cualquiera!". Una de las cosas hermosas de la música en vivo es su cuestión temporal, que es un conjunto de momentos, tanto de cada músico que esta tocando en ese momento así como de cada persona que esta en el público. Es todo totalmente subjetivo y lo que uno construye y ve en un show en vivo tiene que ver con la personalidad de una persona, con su estado individual en el momento del show, con su relación con el músico, etc, etc, etc. Es inabarcable. Si todo eso no estuviera en cuenta, no tendría ningún sentido escribir todo esto.



¿Qué es lo que vas a ver cuando vas a ver una banda en vivo? ¿Vas a escuchar una banda que te gusta, vas a escuchar simplemente "música"? ¿Es una banda que te gustaba antes, y hace años no escuchas, y vas a rememorar viejos tiempos? ¿O quizás vas a ver un músico que es importante para tu vida, y lo importante es el acto de ir a verlo, de estar en el mismo espacio que él?

Cuando me enteré que venía Chuck Berry, me dio curiosidad por cómo serían sus shows en la actualidad, y como buen nerd abrí una pestaña del navegador y busque algún show del año pasado en Youtube. Lo que vi era terrible, espantoso, indescriptible. Su artritis lo mataba y no podía tocar, literalmente. Tenía varios amigos que iban a ir , y  - sí todavía no habían comprado entrada al show - les comentaba lo más correctamente posible que vi unos videos y el viejo estaba en el horno. Algunos me decían que no les importaba, porque querían ver al viejo Chuck, al padre del rock n´roll. La mayoría salió espantada como si hubieran visto una obra siniestra de Marina Abramovic. Algunos pocos, fueron realmente a ver al viejo como el símbolo que es y salieron satisfechos.

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Hace unas semanas fue el show de Television. Estuvo bien, pero hubo varios problemas, y el principal es lo que estoy escribiendo en este post: Pocas ganas, poco entusiasmo, cansancio, no solo Gente Trabajando sino gente trabajando aburrida, en la oficina, cansada del mismo papeleo. Cuando tocaban los temas nuevos, las partes más experimentales y colgadas, estaban entretenidos y divertidos y estaba buenísimo lo que pasaba en el escenario. Pero después parecían aburridos, excepto el guitarrista que reemplazaba a Richard Lloyd (Jimmy Rip), que tocó con una sonrisa en la cara todo el recital. Verlaine estuvo amargo y lánguido, tocando un montón de solos, algunos muy inspirados, otros una serie de búsquedas sin llegar jamás a destino. Y cuando tocaron el gran hit de la banda ("Marquee Moon") lo tocaron poco ensayado, sin groove, ni swing. Marquee Moon es un tema muy delicado y complejo, pero si sos Television, no podés darle el lujo de tocarlo más o menos, y hacerlo más corto, sin el regreso glorioso al final donde vuelven a empezar. A lo sumo punkealo y tocalo tosco pero copado, pero no por compromiso, de que hay que tocarlo de forma que zafe y que igual está todo bien.

O sea, a mi no me jodan: Si voy a un show de (por ejemplo) Iron Maiden estoy SEGURISIMO que van a tocar todo increíblemente ajustado, con fuerza, que van a ponerle todas las ganas durante cada show, y seguramente no haya el más mínimo pifie, y si lo hubo, sería un caso excepcional. Pero por sobre todo, que haya ganas, ímpetu, polenta. El show de Pavement del 2010 en Buenos Aires fue un festival de pifies, desprolijidades, mugre y distorsión, y fue PERFECTO, porque la banda fue así, y no lo tocaron sin ganas, fue puro entusiasmo, violencia, y una mala vibra increíble muy difícil de explicar. Eso garpa, eso está bueno, eso es un buen show.

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Por una serie de razones terminé sin ir a ver el show de Daniel Johnston en Montevideo: Poca plata, un estado de ánimo no muy favorecedor en ese momento,  estado que podía haberse amplificado por un show que tenía el potencial de ser un desastre: Ver a un músico viejo, con problemas psiquiátricos, tocando en vivo frente a un cientos de personas podría ser una algo terrible, morboso y voyeurista. Pero por lo que me comentaron estuve totalmente equivocado: Parece que el show fue genial, intenso, emocionante, que la backing band (Eté & los Problems) estuvieron super bien y se re ajustaron a la performance del cantautor. Le pregunté a un amigo sí estaba en muy mal estado Daniel Johnston, me dijo que sí, que medio temblequeaba, que tomaba agua todo el tiempo, que estaba como ligeramente perdido, que en algún momento derrapó, aunque no mucho. Después le pregunté si parecía estar contento. Me dijo que sí.

martes, 15 de enero de 2013

Faisanes.

Este fin de año pasado me agarró sin muchas ganas de hacer la tradicional lista de discos, tarea que generalmente requiere al menos un mes de descarga y escucha atenta de varios discos que le pasaron desapercibidos a uno. No es algo que me preocupe y seguramente salga una edición de la lista para el año que viene. Pero tengo ganas de rellenar un poco ese hueco hablando al menos de un disco, uno de los que más escuché en el año y que estoy seguro que no fue escuchado para nada al menos de este lado de la cordillera. Estoy hablando de Faisanes, el disco debut de Los Embajadores.

Haciéndole caso al cliché de “una imagen vale más que mil palabras”, podría arrancar a escribir sobre ellos mostrándo una foto de prensa de ellos. Son una banda con la imagen muy cuidada y creo que con una foto se puede ver deducir bastante cuales son sus intenciones:



Los Embajadores son una banda de Synth Pop de Chile. Tiene dos vocalistas, Cristóbal Gajardo que es básicamente un crooner elegante y cuidadoso y Danae Morales, que es su otra cara de la moneda perfecta, con su voz afilada y fría como un cuchillo. Hay algo curiosamente anacrónico en lo que hacen: “Faisanes” suena actual, pero podría haber salido perfectamente hace 5, 10, o 15 años, estando carente de vicios precisos de alguna moda o época, exceptuando todo el aire ochentoso que cubre la obra. Sónicamente es un álbum opaco, con poca presencia de agudos, con programaciones, sintes, cuerdas, guitarras decorando que jamás toman un papel protagónico, y las voces de los vocalistas bien al frente. Todo en la mezcla esta limpio y nítido, y - exceptuando un proceso de samples y bases bastante procesadas - no hay mucho lugar a lo experimental en el disco, que no es necesario ya que las canciones son excelentes, sus composiciones y arreglos perfectos y está todo en su lugar.

Las letras son muy buenas y juegan en el borde de la abstracción, del insinuar sin decir nada, pero no de forma vaga y perezosa, sino precisa, tirando grandes frases (“Hacedme reir / no quiero volver / a trabajar / en lo que me mata” en ‘Amigo Realidad’) y siendo abstractos sin dejar de ser siniestros ("Tiemblo voy creciendo pasa el tiempo va a venir / Pero el peso poco peso no alimento la amistad de ti" en ‘Peso’). Junto con las bases e instrumentación generan un clima denso y oscuro que no llega a ser góticos ni dark pero por poquito. Eso sí, el mundo de Los Embajadores es frío y duro, y no esperen una canción super pegadiza o un estribillo coreable: Esto es otra cosa. Es la banda sonora de una fiesta terrible, donde nadie dice nada pero el resentimiento corta el aire. Un mundo donde el rechazo y el desamor se coloca en un pedestal. Donde señoritas vestidas elegantes tienen encuentros en los cines porno más sórdidos de la Santiago. Donde todavía pasan Twin Peaks de lunes a viernes a las seis de la tarde.

Pueden descargar el disco gratis desde su sello, Michita Rex.
 (el sello Michita Rex es muuuy bueno, y casi todo su catálogo es super recomendable. quizás de para otro post a futuro)

También aquí pueden ver el videoclip de su single, “Peso”:


LOS EMBAJADORES - PESO from Michita Rex on Vimeo.

martes, 30 de octubre de 2012

Jazz n' Oval

Hace unos cuantos meses fui a ver el show de Oval, como parte del Soco Festival (un ciclo donde traen músicos electrónicos de vanguardia a este humilde y pequeño país).  Oval era un proyecto en los 90s que fue pionero en utilizar los errores digitales para crear música, utilizando cds rotos y rayados y sus ritmos semi-aleatorios para crear climas y texturas interesantes. La verdad que no sabía nada de qué había sido de este projecto (mientras escribo esto descubro que originalmente era un grupo de artistas y que luego uno de ellos - Markus Popp - se hizo medio cargo de todo). Aparentemente luego de muchos años de silencio, en el 2010 volvió a sacar discos, con un formato un poco más “pop” (para el estilo), melódico y estructurado. Ta, la cuestión es que fuí a ver que tal y esto es lo que ocurrió.



La puesta en escena de Oval era la esperada: Un pibe atrás de una computadora, poniendo caras graciosas, y tocando un par de controladores y botones que tenía en una mesa. A diferencia de otros artistas electrónicos que podrían estar perfectamente leyendo Reddit en el medio del show, él estaba realmente MUY concentrado y tenía bastante control sobre lo que pasaba sonoramente. Me estaba gustando mucho, y luego de escuchar varios temas logré algo así como “entender” que pasaba detrás de esa computadora: Había varios “instrumentos” - o “canales” -, cada uno con sus sonidos, y con algunos algoritmos que hacía que sonaran y se secuenciaran con ciertas armonías muy raras (pero que estaban muy controladas y eran medio parecidas) y ritmos también muy aleatorios que siempre lograban ser musicales. Había algo así como una batería de jazz sampleada que aparecía en muchos de los temas, tocada por algún tipo de robot humanoide epiléptico, así como unos sonidos como de cuerdas de acero o nylon procesadas que también eran un motivo bastante usado, más un montón de pads, ruidos, “errores”, todo se mezclaba y combinaban, de una forma agradable y siempre interesante. Hasta ahí, todo re bien. Al lado de la mesa había una jirafa con un micrófono solitario, y me daba curiosidad que iba a pasar con él durante el show.

ENTONCES se subió una muchacha. Agarró el micrófono e hizo una introducción, que era uruguaya, que conoció a Markus en Bahía y que habían hecho algunos temas juntos, cuya base electrónica era de Markus y la letra y música de ella.

Ok: Ante esta situación de combinación entre un músico experimental y una cantante, yo me imaginaba que podían pasar 3 cosas:
1) la cantante hacía una cosa rarísima con la voz, experimental al mismo nivel que la música de Oval, y funciona bien.
2) la cantante era más pop o melódica normal, y Oval se adaptaba a eso armando una música un poco más ‘convencional’, con una rítmica más tradicional y progresiones de acordes (a lo que hace la también alemana Barbara Morgenstern, por ejemplo). 
3) Oval seguía haciendo la música de siempre y la cantante esta metía algo nada que ver y era todo horrible. 

Bueno ¿Adivinen que es lo que pasó? ¿La opción 1?.. ¿La opción 2?.. o quizás.. ¡Siiiiii! El horror, el horror.
Musicalmente fue de los mash-ups más absurdos que escuché. Como si en el medio de una canción del Pet Sounds entrara un solo de Yngwie Malmsteem. Como si en el final de un tema de Low aparecería una cuerda de tambores.  El Markus tiró unas bases que eran básicamente iguales a lo que estaba haciendo antes, mientras la señorita en cuestión cantaba en plan soul / jazz vocal. La combinación era muy literal: agarren a alguien cantando jazz y ponganla encima un tema de Oval, y ESE era el resultado. No digo que la vocalista sea particularmente mala, pero la combinación claramente NO FUNCIONABA, ESTABA MAL, y yo me preguntaba ¿Por qué? ¿Qué necesidad? ¿Sí sos supuestamente un músico salado y conocedor no deberías estar dandote cuenta que lo que estás haciendo es una caca abominable? ¿O en el fondo es porque siempre fuiste un nabo? EXPLICAME, POR FAVOR.

En fin, luego se fue la muchacha, y Oval siguió tocando unos temas más, lo cual estuvo mejor pero ya no era lo mismo. Además , el show se hizo largo, y se le empezó a acabar la bolsa de trucos, volviéndose predecible y repetitivo. Saliendo del concierto, los comentarios de amigos y conocidos eran unánimes: Todo bien, pero esa parte del medio fue un desastre. El show fue una muestra empírica de que menos es más, y que agregar un elemento a un Todo ya formado puede arruinarlo por completo.

Aunque quien sabe, quizás estoy equivocado, y nos enfrentamos a algo nuevo, vanguardista, donde se intenta romper todas las barreras estéticas y culturales para crear un nuevo concepto de música experimental... nah, la verdad que no, fue una cagada.

lunes, 13 de agosto de 2012

Resguardar tu colección de mp3 es solo una excusa para tener dolores de cabeza.


Hace dos días terminé una tarea titánica que me tomó toda una semana de fastidio, obsesión y mecánicas tareas: copiar toda mi colección de mp3 (casi 200 discos entre cds y dvds) a mi hermoso disco externo de 1 tera y 12x7 centímetros. La tarea me consumió de tal forma (de una forma negativa, típica de mi persona, que cuando se le mete en la cabeza que tiene que terminar alguna actividad de ordenamiento, redacción u organización no puede abandonarla hasta terminar, por ello también me hice el boludo con ello lo máximo posible) que tiñó la semana pasada de un ligero aliento a malhumor. Luego de la experiencia, teniendo todo organizado, estas son algunas de las cosas que he aprendido en el proceso:

1) Un cd con más de 10 años no funciona más. Es una cosa más o menos segura. Especialmente si es un Teltron, marca de mierda si los hay. Ustedes se preguntarán quién es tan demente como para tener un cd de backup con música de hace 10 años y encima arrastrarlo no solo de una casa a otra sino de una provincia a otra. Bueno, ese sería yo.

2) Los cds rayados con el peor enemigo del explorador de Windows. Alguien debería haber armado ya un fail safe para cuando estás copiando un montón de carpetas y de golpe escuchas el terrible ruido de un cd rayado que dejó de andar (una especie de BUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMTACTACTACTACTAC como un frisbee girando en falso) y encontrar una manera de cancelarlo que no implique esperar media hora hasta que termina solo el proceso o tener que reiniciar la máquina a la manera antigua (simplemente desenchufándola).

3) Escuché mucho más a los Go- Betweens entre el 2003 y el 2012 de lo que jamás podría haber creído posible. Su primera aparición se da en mp3 31 con “The Friends Of Rachel Worth” y se repite a intervalos regulares.  Quién lo hubiese dicho.

4) La mejor medida de cuanto te gusta una banda es (a pesar de ser un retentivo anal incapaz de borrar información) la cantidad de veces que su discografía o discos sueltos aparecen en distintos discos de mp3 porque los ibas bajando a medida que tenías ganas de escucharlos. Grabba Grabba Tape aparece como en 4 discos diferentes, Guided By Voices tenía discos desparramados a lo largo de por lo menos media docena de cds y no hubo nada más satisfactorio que reunir las dos docenas de discos de The Fall que se extendían entre mp3-37 y mp3-199.

5) Escuchaba mucho indie pedorro entre el 2005 y el 2008. ¿Sambassadeur? ¿Semifinalists? ¿Sprites? ¿Quiénes son todos ellos? ¿Por qué los bajé alguna vez? Copiar tu colección de mp3 también es una buena manera de reorganizar tu música de tal forma de que solo quede lo importante, una re-escritura de tu biografía tramposa basada en tu punto de vista actual, pero también te revela que elementos fueron sencillamente porciones de memoria sumergidas, amores temporarios, curiosidades parciales.

6) Hay bandas cuya discografía tenía al completo y que preferí no copiar, por una cuestión de pudor personal (o sea, una vez más, ¿en que estaba pensando?). Entre ellas está Massacre, ese grupo que supe querer pero que hoy en día gracias al Wallas retrasado mental que hace declaraciones idiotas he tenido que aceptar que quizás, solo quizás, nunca me haya gustado tanto. También me saltee a Less Than Jake, Mad Caddies y una plétora de bandas pop-punk de la adolescencia (y aquel que diga que nunca escuchó bandas pop punk en la adolescencia miente).

7) Hay solo una categoría de cosas por la cual realmente me alegro de haber resguardado durante tanto tiempo estos cds: discos en vivo de Norman Bates, banda ignota de Tucumán; todo el catálogo de Ventolín Records cuando todavía existía; la discografía más completa de Los Chicles que puedas encontrar; los primeros eps del Tío Pastaflora; el disco de noise inescuchable que grabamos con Federico Randall en Lules en dos noches de vino en el invierno del 2005 y que es la primera cosa grabada bajo el nombre de The Peronists (¡con tapa incluida!) y algunos incunables más (como un ep de la etapa electrónico-melancólica de our very own Ezequiel Rivero).

8) Hay agujeros incomprensibles que son fruto de mi confianza en el cd. Por ejemplo: tengo todos los lados b de Blur pero ningún disco oficial, no tengo Odelay o Midnight Vultures, no tengo ningún disco de la Velvet ni de los Smiths. Todas marcas muy notorias en mi biografía musical, pero cuya representación real quedo abandonada en la casa de mis padres en Tucumán.

9) Es absurdo como recuerdo las marcas materiales de las cosas. Por ejemplo, me acuerdo que de los cds 01 al 40, aproximadamente, los grabe con el Easy Cd Creator que te dejaba una playlist de Winamp junto con la compilación. ¿Qué clase de voluntad titánica podía tener para hacerles caratulas uno por uno con los contenidos, en la computadora, imprimirlas y ponerlas en el estuche y no agotarme al número 20? Sé que en una época al lado de la misma ponía los tracks en que supuestamente terminaban y comenzaban los discos porque mi efímero discman leía los compilados como una playlist interminable. Sé que a partir del 2009, cuando adquirí mi notebook, comencé a dejar paulatinamente de grabar cds de mp3 y, en algún momento del 2010, dejé de hacerles caratulas.

9) Finalmente, una vez tabulados, copiados y ordenados todos los archivos me doy con que tengo unos míseros 180 gigas de música. ¡Solo 35813 temas! Quizás hubiese ido más rápido sencillamente bajando todo en vez de copiarlo. Pero entonces no habría experimentado este extraño viaje hacia las profundidades de la última década, hacía la manera en que nuestro consumo de información cambió irremediablemente, para volvernos todos una central de información ambulante, que cada vez cabe en espacios más pequeños y que es factible de desaparecer al menor golpe o rayón. 

martes, 29 de mayo de 2012

No te acordás

En una entrevista que leí hace un montón de años, Fernando Cabrera confesaba ser incapaz de escuchar sus primeros discos - producidos y mezclado por él mismo -, ya que luego de editarlos y re-escucharlos y corregirlos durante meses y meses se saturó y los terminó odiando. Trabajé mezclando varios discos (tanto de bandas mías como ajenas) y siempre pasa eso: Luego de terminados no se pueden escuchar por meses, a veces hasta años, y escucharlos luegos da una sensación rarísima, perturbadora, como ver la filmación de un momento que no recordabas claramente haber vivido. Es un intercambio un tanto cruel: Al trabajar en la creación de algo perdés inevitablemente poder disfrutarlo luego. En casos donde trabajé en un disco y no participé activamente en la mezcla, fue una maravilla poder escucharlo y disfrutarlo como un álbum común y corriente.



Hace unas semanas fuí a la presentación del nuevo disco de Buenos Muchachos, en uno de esos shows bien “presentación de disco” con muchos invitados, puesta en escena, luces, en lugar bien coqueto, etc. Los Buenos Muchachos fueron (y un poco siempre serán) mi banda uruguaya favorita: El primer show al que recuerdo haber ido fue de ellos, en la Sala Zitarrosa, hace más de 12 años. Después de esa vez los vi muchas, muchas veces. Pero ya está, se agotó: Excepto cuando hacen un show bastante distinto (cómo el segmento acústica en la presentación, o unos shows acústicos breves que hicieron en El Tartamudo) ya no puedo verlos más, lo cual me molesta horrores. Se perdió la magia, no los puedo ver como un mero “Espectador” sino de una forma más abstracta, con un pie en el escenario y otro abajo, viendo cada detalle, cada error, cada reacción del público. No es que no disfrute realmente de los shows, la paso bárbaro, pero no tiene nada que ver con el disfrute inicial que hubo los primeros años que los veía casi religiosamente. Hablando esto con José (baterista de Buenos Muchachos, que también toca conmigo en La Hermana Menor) me decía “Está claro que vos no tendrías que venir más, ya ni se para qué vas!”.
Es raro pensar que esas experiencias tienen una “fecha de caducidad”, pero parece que sí.

Esta ‘sobredosis de información’ no solo ocurre escuchando demasiadas veces una banda o escuchando demasiadas veces tu propia música: La escucha intensiva y técnica de la música hace que uno la termine apreciando de una forma diferente. Se vuelve imposible no poder darse cuenta de efectos de producción, de intenciones en la letra, de cadencias, las ideas y decisiones detrás de cada arreglo, de cada golpe de tambor, influencias de cada banda, etc.
Una vez Martín me contó una anécdota de un director de cine que afirmaba no poder ver una película sin ver las cámaras y los cables atrás de cada escena. Es lo mismo. Obviamente no es que escuchar música se vuelva intolerable pero sería lindo poder escuchar la música de nuevo como esa masa informe y libre de conceptos, como cuando eramos niños (hablo un poco de lo mismo en este otro post).



La semana pasada vi una obra de Danza Contemporánea que arrancaba más o menos así: La bailarina se situaba en el medio del escenario, estática, totalmente a oscuras excepto por un foco de luz que apenas (muy apenas) la iluminaba.
¿Vieron cuando apagás la luz antes de ir a dormir, ves todo negro y lentamente empezás a distinguir una serie de artefactos, colores para luego lograr distinguir las formas y siluetas cuando los ojos se acostumbran a la oscuridad? Bueno, en esta primera escena la luz era tan tenue que apenas se podía ver a la protagonista,  sus bordes, su cara, la forma de su cuerpo se borroneaba y parecía que se moviese y transmutara. Muy, muuuy lentamente, se agregaban unos sonidos, y muuuy lentamente, la bailarina movía los brazos, levantándolos a sus costados. La obra después se fue para otros lados, pero toda esta escena duró más de 15 minutos que los pasé mirando muy concentrado, donde no pasaba casi nada pero pasaba muchísimo.

Disfruté de toda la obra en general, pero lo que me quedó más en la mente fue mi incapacidad de hablar de ella, de tener los conocimientos y el ‘lenguaje’ necesario para poder definir porqué me gustó lo que vi. Todo se reducía a expresiones sencillísimas, tipo “No me gustó la parte de la música punchi-punchi” o “Me encantó la parte con luz violeta y donde la bailarina hizo una cosa rara con los brazos”.  Volver a sentir eso al ver un espectáculo me pareció super refrescante, y también me gustó mucho hablar con bailarinas y con gente que conoce mucho el ámbito y podía explicarme desde sus puntos de vista qué les gusto de esa obra o qué no, utilizando términos como "el cuerpo" y "el lenguaje". Una amiga me dijo que la obra le perturbó mucho porque le pareció que utilizaba el lenguaje de la danza - movimientos de la actriz, a la música, las luces, el uso del espacio, y la combinación de todos esos elementos - de una forma fascista, violenta, que no te daba posibilidades para interpretarla de formas diferentes. Y se descubrió disfrutando de esta opción cerrada y dura del arte: “Esto que me gusta está mal, es jodido”. Jamás se me hubiera ocurrido ver la obra de esa forma.

No es una cuestión de ir persiguiendo distintas disciplinas para re-vivir esas sensaciones - pensar eso me suena medio patético y desesperante. Simplemente que es lindo volver a sentir experiencias perdidas en lugares donde uno no se lo esperaba, que son cosas que pasan, y que seguirán pasando.

lunes, 6 de febrero de 2012

Jóvenes y Eternos



- Hace unos días Agustín me pasó este link de knoryourmeme, sobre la canción de la pantalla “Moon” del Duck Tales, el juego de Pato Aventuras para Nintendo. Me contaba que ese tema le re gustaba, y que se había vuelto super popular y había covers del tema por todos lados. Recuerdo haber jugado un par de veces al Duck Tales, lo había alquilado, creo que nunca lo pude terminar. Recuerdo que era un gran juego, muy variado y con buena música. Encontré la canción en youtube y la escuché. Era obvio: me la acordaba de memoria. Y es buenísima.



- No estoy descubriendo nada nuevo: Hace unos años que la movida chiptune y la nostalgia por estas canciones de las consolitas de 8-bits se hizo muy fuerte, especialmente para los de nuestra generación que se criaron entre estos juegos con sus canciones, condimentando todas sus tardes de nintendo, galletitas y chocolatada. La banda The Advantage se dedica hace un tiempo a hacer esto: Covers de los temas más icónicos de los juegos 8 bits, Contra, Zelda, Dragon Warrior, en plan rock instrumental. Y sí, tocan el “Moon Theme” del Duck Tales, ante esta reacción del público:


(la gente hace coros como si fuese un toque de El Mató!)

- A partir del re-descubrimiento de esta canción me puse a revivir otras canciones, como por ejemplo la intro del Mega Man X, que siempre pareció genial. La escuché de nuevo y me sigue gustando mucho, en ese plan medio power-metal-terraja-ochentoso y esos sintetizadores que hacen de guitarras eléctricas. No puede ser más heroica. Luego seguí con la música de uno de mis juegos favoritos de toda la vida: El Final Fantasy VI. La música de la saga Final Fantasy y otros juegos de Square fue siempre excelente, y este juego particularmente resaltaba en su banda sonora, super extensa, con más de 30 canciones compuestas sólo para él. Me las acordaba todas de memoria, pero lo que más me llamó la atención fue que los arreglos, las progresiones de acordes, todas esas cosas, siguen estando en toda la música que a mi me gusta y escucho. O sea, me di cuenta de que mis gustos musicales realmente habían sido moldeados y esculpidos luego de haber escuchado estas cancioncitas miles y miles de veces. La banda sonora del Final Fantasy había sido de mi música favorita cuando era niño.

- Por ejemplo, este tema con "guitarra acústica" y arreglos de flauta y oboe, me sorprende lo delicado y bien armado que está, y el relevo de instrumentos. No me daba cuenta en esa época de lo bien construido que estaba. O tal vez sí. Otros temas del Final Fantasy me recordaban en varias partes a cosas de Post-Rock, o música instrumental electrónica que luego iba a escuchar, cosa que jamás hubiese asociado, pero tiene sentido.

(otros ejemplos: este tema en la mitad del juego donde se pudre todo, la del continente flotando que es super interesante, la del bosque fantasma, y la del mundo destruido en la segunda parte)

- ¿Se acuerdan del primer tema que les gustó cuando eran muy chicos? Mi primera canción que recuerdo fue “The Final Countdown “de Europe. Casi recuerdo la primera vez que la escuché, en la casa de la madre de mi medio hermano, o algo así, era un apartamento frío e incómodo, y sonaba esa canción en la radio, tenía 3, 4 años, y quedé fascinado. Recuerdo unos años después grabarla en casette y escucharla todo el tiempo. La llamaba “Chaucha” (“..is a faainaaal chaauchaaa!..”). No voy a decir que me sigue encantando esa canción, pero siempre me va a caer muy simpática. Y parece que siempre me gustó la música grandilocuente, exagerada y pegadiza.


(pongo este video sólamente porque JAMAS lo había visto en mi vida hasta AHORA, y tal vez no soy el único. Ah, y es maravilloso)

- Todo esto me hace acordar a una entrevista a los Daft Punk, a la salida del “Discovery”, donde comentaban que el concepto detrás del disco era tratar de hacer esa música que les gustaba de niños, toda exagerada y cheesy y colorinchuda. Uno cuando es niño no tiene ningún filtro, y la reacción con la música que uno tiene es totalmente visceral: Te mueve o no. Es súper simple. Y lógicamente de ahí vienen todos esos temas románticos hiper futuristas con solos de guitarra a lo Van Halen con 9000 notas por segundo y procesados con MIDI, asi como otros arreglos tan grasas como lindos.


(a los 3:09 empieza la locura)

Hay como una tendencia de alejarse de esos gustos tan “básicos” que uno tenía de chico, y aunque quedarse en el pasado y seguir curtiendo toda tu vida tu música de la adolescencia me parece una porquería, hay cierta sinceridad y cosa "saludable" en volver a escuchar esas primeras cosas que uno escuchó, y darse cuenta de que son parte de uno. Tiene más que ver con un tipo de goce más simple y primitivo, sin conexiones o análisis hechos en el medio. Ahora puedo escuchar el “Moon Theme” y decir que me gusta y también decir porqué me gusta, por la progresión, la melodia, los sonidos. Pero cuando estaba en tercero de escuela y jugaba al Duck Tales, no sabía absolutamente nada, mis “gustos” supuestamente no existían y la cancioncita me encantaba igual. Volver a escuchar estas cosas es un pequeño viaje a otro momento donde veíamos las cosas de una forma más simple, ingenua y más feliz. Un viaje que no tiene porqué cambiarte vida, pero como mínimo puede ser de lo más interesante.

jueves, 12 de enero de 2012

Discos del 2011.

Como ya comenté en otros posts de fin de año, tengo una relación un tanto conflictiva con estas listas, pero de cualquier forma me parecen un ejercicio interesante, pero no para listar los discos favoritos de laño, sino más bien por el hecho de chusmear, actualizarse y escuchar bien todos los discos que fueron saliendo, y tener un pantallazo general del estado general de la música este año. La lista en si van a estar dividida en dos partes, la primera mis discos favoritos del año, y la otra una lista más extensa de todos los discos nuevos que escuché y más o menos me gustaron, que pueden quizas convertirse en posibles “grandes discos del 2011” con más escuchas. o no. Me da la sensación de que uno escucha menos los discos que antes, con menos me refiero a esa costumbre más obsesiva que uno tenía de conocer un disco y REALMENTE escuchar, conocer cada tema, cada parte. Ahora con tanta música, es raro que un disco pase de las 5 escuchas. Así que la lista en sí es muy breve, porque quise poner los cinco discos que estuvieron más en repeat, en los cuales más profundicé y más me gustaron.
Este año pasado, también, tuve una sensación bastante más marcada como de Zeitgeist de lo que estaba pasando actualmente en la música. Así que con miedo de que pedar muy pretencioso o elitista, estos son algunos pantallazos de lo que me parece que está ocurriendo un cacho ahora:

Muerte al Indie-Folk
Bo, ¿Qué onda? Parece que ahora cada 5 bandas que salen, 4 son onda acústicas con melodica charango banjo contrabajo ukelele batería con escobillas y armonías vocales. O al menos, vean esta lista de mierda con las supuestas “mejores bandas nuevas del 2011”. No digo que una banda con ese formato no pueda ser BUENÍSIMA, pero las bandas estas son todas iguales y es un embole. Métanle huevo, che. Es música de blancos intentando hacer la música más blanca posible. Por favor, basta.

Todo. Es. Retro.
Esto es lo más preocupante que noté últimamente. Es como que hoy en día hay tanta gente que consume música, que es muy fácil hacer una banda que sea totalmente referencial a otra época, y que eso funcione y sea éxitoso. Las cosas más visibles son bandas como The Pains of Being Pure at Heart o Yuck con su brutal revival del sonido Smashing Pumpkins y noise noventero, pero es algo que esta ocurriendo por todos lados, y es básicamente como si la gente se haya resignado a intentar hacer cosas nuevas. El concepto de “banda” hace tiempo tiene una carga nostalgiosa, romántica, “ay que lindo, estos jóvenes se juntan a hacer algo de música”. Pero esto es como demasiado. Es extraño.

Stop Reverb Abuse!
Está todo bien, si uno graba medio lo-fi y con poco presupuesto el reverb tapa todo y hace que quede todo más “hipnótico” “dream-like” “nostalgioso”, etc, pero ya es un recurso gastado y recontra-usado. ¡Vamo que se puede!

La electronica sigue vivita y coleando
De los discos más interesantes y frescos que escuché este año, la mayoria son discos electronicos. Con “electronicos” me refiero a un género, no que hayan utilizado sintes o programaciones , sino que van por ese estilo de música, sea experimental, instrumental, o synthpop, o similar.
Y de cualquier forma, casi cualquier álbum hoy en día esta plagado de sintes y programaciones por doquier. Las máquinas ganaron y se metieron en cada género, cada recoveco y nicho posible. Escuchar un disco acústico y que de repente entre un sinte analógico no es narda raro hoy en día. Y me parece bárbaro.

Géneros que se borronean
Mi fenómeno favorito de estos últimos años es como cada vez es más difícil definir qué hace una banda, y cuando cada vez los géneros más dispares se pueden unir para crear cosas nuevas. Metal con ambient, hip hop con rock psicodélico, electrónica con folklore Y con metal, todo es válido, y toda combinación puede dar resultados inesperados e interesantes.




Ahora, vamos con los discos que más escuche y más me gustaron de este año.



Junior Boys - It’s All True
Los discos de Junior Boys son todos buenísimos. No hay mucho que decir, me encanta lo que hacen, mucho antes que los The XX lograron encontrar ese nicho de electronica con cierto bajo perfil, de canciones tristes, arregladas impecablemente, melancólicas, llenas de espacios y silencios, con un nivel de producción y diseño sonoro totalmente impecable. Su nuevo disco es tan bueno como todos los anteriores, con Jeremy Greenspan cada vez más seguro de su voz, y sin miedo de poner baladas lentísimas y sedosas como “Playtime”, pasar por el techno casi experimental de “Kick the Can” y terminar con esa fiesta disco de 9 minutos que es “Banana Ripple”, incluyendo coritos en falsete con delays y todo. Un disco para elegantes solteros que se arreglan la corbata para luego salir a romper la fiesta, siempre con mucha clase y copa en mano.



The Antlers - Burst Apart
“Hospice”, el disco anterior de los Antlers es muy bueno aunque quizás me pareció demasiado oscuro y triste, por lo tanto, difícil de escuchar. Este sigue siendo bastante oscuro, pero es menos conceptual, triste y depresivo, y tiene unos ligeros focos de luz que salen entre la penumbra. Quizás no sea tan intenso como “Hospice”, pero seguro es un disco más “enfocado” y logra tener composiciones superiores, rozando muchas veces el pop y los ganchos. Sin duda es de los discos que más escuche este año, con un montón de melodias bellísimas, especialmente en los últimos dos temas, “Corsicana” y “Putting the Dog to Sleep” (título pum par arriba si los hay). Y me encanta la voz super expresiva del cantante, que logra abusar del falsete y el registro agudo y lastimoso sin parecerse un carajo a Thom Yorke.



Darren Hayman - The Ship’s Piano
A principios de este año, luego de terminar un show cualquiera en un boliche de mala muerte, a Darren Hayman lo intentaron robar. Lo molieron a palos, tuvo fractura de cráneo y estuvo hospitalizado varios días. Luego de ese evento más bien espantoso, cualquier ruido fuerte o muy agudo le molestaba.
Entonces, como forma de terapia, hizo lo que mejor sabe hacer: Un montón de canciones, pero en este caso, con un perfil muy tranquilo, y sereno, basándose en el piano como instrumento principal. El resultado es buenísimo, un disco sencillo, sereno sin ser blando y superficial. Son simplemente canciones muy buenas, grandes melodias y las letras que solo Darren escribe ahora. Incluyendo la que da nombre al disco, una tristísima historia ficticia de la historia de su piano, imaginándose sus dueños anteriores, sus años de estar tirado, lleno de polvo, hasta llegar a sus manos. Divino.



3Pecados - Diciembra
Como que no da hablar de este disco que hicieron amigos míos, en el cual tuve una minúscula colaboración con unas grabaciones y con quienes toco en otra banda, así que mejor no lo hago. Solo que nada, si todavía no lo escucharon, haganlo, que es un disco increíble y toda la buena prensa que ha tenido es 100% justificada. Y sí son unos vagonetas de mierda que les da paja hacer 4 clicks cagados y luego escuchar una carpeta, al menos escuchen ESTE tema y bueno, vean. Eso.



La Estrella de David - Maracaibo
Este disco fue la sorpresa de fin de año. Había escuchado unos temas de esta banda - proyecto solista de un tal David Rodríguez, que tiene varias bandas allá por España - hace unos años y me habían caído simpáticos. Cuando me puse a preguntar y recopilar sobre discos buenos del 2011, me lo recomendaron y lo bajé. A las primeras escuchas, no lo entendí mucho pero me parecía que había algo interesante. Luego empecé a entenderlo cada vez más: Es un disco muy extraño, con un clima melancólico y juguetón constante, donde la selección de timbrs es tan dispar como efectiva: Ritmos de baterías semi-latinas con armonios, sintes ochentosos, eléctricas hiper distorsionadas y guitarras flamencas se juntan y dejan extrañamente coherente, un micro-universo combinar todos estos elementos es la cosa más obvia del mundo. El disco esta armado mayoritariamente por temas muy cortos, que se cortan abruptamente y cambian de género sin mucha preocupación. Pero no se, funciona, funciona muy bien, y me dio esa sensación tan estimulante de ir escuchando un disco y descubrir que me iba a costar un montón de escuchas mas para entenderlo. Eso sí: La voz de David es un tanto difícil (seca, casi hablada todo el tiempo), y las letras pueden ser devastadoras, con una colección de sentimientos de esos que uno se aterroriza con sólo pensarlos y mucho más al pronunciarlos. Es un extraño y hermoso disco de amor y perfecto para el verano, para escuchar mirando vacas por la ventana cagado de calor en un ómnibus de Copsa.



Para terminar, un pequeño apéndice con algunos discos que escuché y me gustaron en mayor o menor medida, que merecen algún comentario. Incluyo de paso algunos temas / videoclips de los discos.

The Field - Looping State of Mind
Todo lo que escuché de The Field me gustó siempre y esto es más de lo mismo y por ende esta bárbaro. Un tipo de electrónica desprolija, chancha, muy repetitiva y casi ambient basada en pequeños loops irreconocibles que se apilan y desapilan con gracia. Muy lindo.


Asva - Presences of Absences
“Presences of Abscences” es un disco de Drone-Metal donde para tanto metal las guitarras eléctricas casi no aparecen. Montones de armonios, sintetizadores, coros, crean una clima religioso e hipnótico que me recuerda a las partes más tranquilas de bandas como Godspeed You Black Emperor. El tema que da nombre al disco, de más de 23 minutos, es BUENÍSIMO y es imposible de darle stop durante toda su duración, sorprendiendote con unos arreglos y texturas buenísimas cada unos minutos, y una voz extrañísima que se parece demasiado a la de Anthony Hergarty y no te la esperás ni ahí, que aparece ahí por el minuto 17.


Cold Cave - Cherish the Light Years
Escuché bastante este disco cuando salió, y luego lo dejé bastante abandonado. Está claro que es un muy muy buen disco, pero no me dieron luego muchas ganas de escucharlo. Quizás por su intensidad y por el tipo de música en general, me generaron un poco de fatiga, o estoy más con ganas de escuchar algo más sereno últimamente.


Oneohtrix Point Never - Replica
Este disco es buenísimo, pero es un disco de música ambient por lo cual es difícil como la puta madre escribir algo sobre él. A ver, ¿Extrañan a los Boards of Canada y sus bellos interludios, esos temitas de 40 segundos buenísimos que desperdigaban por sus discos? Bueno, lo que hace este muchacho es algo así. Pequeñas postales sonoras, rotas, fragmentadas y muy lindas. Es lo mismo que caminar por una exposición de arte muy linda. Más que explicar o poder hablar, es mejor escuchar y listo.


The Pains of Being Pure at Heart - Belong
El segundo disco de la banda con el nombre más pomposo de la historia es.. un lindo disco. No hay mucho más para aportar, tiene unos 3-4 temas geniales, el resto son bueno, una banda tocando un género muy bien y no mucho más. Mi favorito es “Strange”, el último tema, con ese genial arreglo bateria que no cambia nunca, nunca, nunca y es perfecto así.



Low - C’mon
Cuando estoy en el estado de ánimo adecuado (..o no, en realidad), Low es una de mis bandas preferidas. Lo que hacen lo hacen tan, tan bien. Su último disco es tal vez su disco más accesible, aunque igual siempre es un poco difícil: Es Low, es lo que reza el nombre de la banda. Pero son grandes compositores, Alan Sparhawk es el mejor guitarrista que nadie nunca menciona y sus armonias vocales con su esposa Mimi siempre logran erizarte la piel.


Yuck - Yuck
Esta todo bien con este disco de jóvenes haciendo un revival casi vergonzosamente bueno de lo primero de Dinosaur Jr y Smashing Pumpkins. Las ideas están buenas, el sonido está bueno, las canciones también. Habrá que ver que es lo que hacen a futuro.


Tune-Yards - Who Kill
Me cae muy bien Merrill Garbus (la simpática señorita detrás de Tune-Yards) y quiero que le vaya bien. Es muy único, personal e interesante lo que hace, y me parece sincera y directa. El disco este me pareció bastante mejor que su debut, y bastante variado y con buenos temas, pero no le di todavía las escuchas merecidas, y - quizás al igual que con el de Cold Cave - su densidad a veces me terminó cansando. Pero la muchacha es muy buena.


Fucked Up - David Comes to Life
Este disco seguramente este bárbaro pero todavía no pude tener la voluntad de escucharlo entero. Es muy largo! Pero me encanta ese perfil pop y heroico que está tomando la banda. Funciona muy bien, me gusta mucho. Leí recientemente que estaban en pausa indefinida por la paternidad del cantante, espero que vuelvan pronto a las canchas, parecen estar en su mejor momento.


EMA - Past Life Martyred Saints
EMA es el proyecto solista de Erika M Anderson, ex cantante de una banda llamada Gowns que la verdad nunca escuché. El estilo musical se podría definir como un folk-drone oscuro, muy violento y sacado. Tiene cosas de lo primero de Cat Power y de Patti Smith, repleto de angustia y malos sentimientos. Podría caer en la dudosa categoría de “cantautora post-grunge” pero no, es demasiado hermético, fracturado e inteligente y zafa muy bien. Está bárbaro. Extrañamente, me recuerda al “Dios salve a la Muerte”, de 3Pecados, ese disco lo-fi hecho adentro de un baño con un casetero. Bueno, tiene algo de eso.


Destroyer - Kaputt
El mejor disco del año por un montón de gente es un disco buenazo. Lo escuché recién hace poco en realidad, todavía no lo tengo muy interiorizado pero parece ser un disco de grandes canciones en plan soul-grasa con saxos y arreglos smooth de organo eléctrico que termina siendo irresistible. Para escuchar tomando mojitos. Aguante.

jueves, 24 de noviembre de 2011

you know i want ya.

Leyendo el artículo sobre esta canción de Pitbull (ok, ok, no pregunten) leí algo que me interesó mucho. Por un lado, el tema es un remix de este tema de Nicola Fasano:



"Remix".. seamos sinceros, que lo que hace es sacarle la letra y rapearle encima y contar números con los dedos. De cualquier forma, este tema de Nicola tiene un sample de "Street Player", una canción de Chicago:



Pero cuando Pitbull hizo su versión, no utilizó el mismo sample de Chicago, suponemos porque salía demasiado caro. Entonces, ¿Que hizo?: Contrato los servicios de Mark Summers, experto replayer de Samples, que grabó una sección de vientos que sonaba exactamente idéntica al tema de Chicago, y listo. Sí señores, hay una empresa que se dedica a "tocar" secciones o canciones de otras personas, de forma que suene EXACTAMENTE igual a un sample, pero sin samplearlo. Pueden ver su página donde ofrecen sus servicios acá.

Since 1996, we have replayed samples for virtually all the leading music labels, producers and DJ's on the planet. Now the international leader of recreated samples, our network of studios in New York, London and Barcelona provide a wealth of talent and skills, to deliver top quality re-recorded productions.

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En la sección de audio del sitio se puede escuchar algunos ejemplos y pueden dar un poco de miedo, ok, tienen alguuuna ligera diferencia si escuchas repetidamente el original vs la copia. Da bastante atención en algunos ejemplos de música vieja, como el tema de Bryan Adams (las guitarras suenan IGUAL).
Obviamente esto es perfectamente legal. Básicamente, lo que estan tocando es un cover de las canciones. Un cover totalmente perfecto, pero que sigue siendo un cover, sin ser una copa del audio "físico" de una canción.
Me parece interesantísimo y me hace pensar en dos cosas bien diferentes. Por un lado, que extraño trabajo como productor y músico de intentar sonar exacta y absolutamente igual a otra persona, con el mismo sonido, misma guitarra, mismo amplificador y misma circunstancia, todo eso multiplicado por cada instrumento, hasta lograr la formula perfecta. Y por el otro lado, sí ya es tan común que las empresas de publicidad hagan versiones ultra parecidas de otros temas, tal vez dentro de algunos años no podamos distinguir jamás entre un original y un cover hecho de esta forma. Y que la diferencia entre alguien tocando una versión, un sample o un replay deje de tener sentido.

miércoles, 22 de junio de 2011

Hungría.

- Hace un montón que no escribo de música. Estuve escuchando un montón de discos nuevos que salieron este año: Junior Boys, Wild Beasts, Antlers, Bill Callahan. Todo me gustó, pero nada me inspiró a escribir. Así que me pareció mejor escribir sobre el disco que más escuché en lo que va este año, y que inevitablemente va a ir unido a lo que fue el comienzo del 2011.
- En general, uno siempre cae en tratar de escuchar música nueva, así cómo descubrir algunos artistas viejos. Tengo la teoría de que en ese patrón hay un lapso de tiempo musical que uno tiende a ignorar: La música que salió hace unos cinco, seis, siete años. ¿Que pasó musicalmente en el 2007?  Es bastante difícil poder darse cuenta ahora, visualizarlo bien: Uno necesita más distancia. Y todo lo que uno escucha de hace cinco años suena un poco demodé, porque no es demasiado nuevo ni moderno, pero tampoco es realmente viejo o no sabemos (de burros nomás) si lo que escuchamos es vigente o sigue valiendo la pena. Un montón de prejuicios boludos, ya se, pero existen.
- “Hungría”, de Gepe, es del 2007. Haciendo un esfuerzo y pensando en esa época, me acuerdo de cuando salió, de la salida de la folktrónica, o la mezcla entre las bases electrónicas más bien mínimas con charangitos, guitarras criollas y bombos legueros. En ese momento lo escuché muy poco. Y este año, a causa de una trancadera importante con los Dënver y Javiera Mena, decidí volver a escuchar a ver que ofrecía este otro músico del pop chileno.
- Es un disco más bien corto, de 10 temas en 35 minutos. Aunque los primeros temas arrancan relativamente ‘para arriba’, el clima del disco es más bien acústico, sereno y un tanto lánguido. Mucho shaker, maraca, acústicas, algunos climas de teclados, pero por sobre todo la voz de Daniel Riveros. En una entrevista parte del documental ‘Al unísono’ (que pueden ver aquí) el cantante comenta que aunque empezó a tocar la batería y luego se pasó a la guitarra, su instrumento favorito es la voz. Y se le nota, mucho. Gepe tiene una cadencia muy agradable y se esfuerza muy cuidadosamente en pronunciar cada sílaba con la forma e intención adecuada. Es de esas personas que por cómo cantan nos parece que son mejores personas.
- Ya lo hablamos varias veces con Amadeo en este blog, pero lo menciono de nuevo porque Gepe es de esa escuela: Tiene un algo, un no-se-qué, que te da la sensación de que es una persona muy tranquila y que alcanzó cierto nirvana personal. De que tiene la verdad, o que al menos se dejó de joder con ciertas dudas existenciales y esta por encima de esas cosas. Es lo mismo que me pasa (en distintas formas) con Britt Daniel de Spoon, o con John Darnielle de Los Mountain Goats. Escucharlos me da cierta paz y serenidad. Aunque está claro que esta sensación que me dan estos cantantes habla bastante más de mí que de ellos.
- Gepe tocó en vivo en Montevideo, una vez, en la pequeña sala Zabala Muniz, junto con Martín Rivero.  Yo no fui a verlo, pero un amigo sí y me contó esto: Gepe terminó tocando para unas 8-12 personas, cosa que le chupó absolutamente un huevo y metió un gran show bailando y agitando cómo si el lugar estuviera lleno.
- Cuando un día se me ocurrió canturrear la letra de ‘Esgrima’ y de ‘Celosía’ me di cuenta lo difícil que son de recordar las letras de Gepe. Y la verdad que sigo sin entender bien de qué pueden ir bien las letras. Supondría (con el mayor de los respetos) de que no hablan específicamente de nada. Creo que podría estar cantando en árabe, o inventar palabras a lo Sigur Ros, y el efecto emocional de las canciones sería el mismo. La lírica de las canciones es como un agregado, un color, un timbre de teclado, una capa de reverb sobre el disco.
(Se le esta dando mucha bola mediática al pop chileno. Puede ser que haya cosas que no estan taaan buenas de como estén pintadas. Pero creo que lo más destacable que tienen todos sus artistas es siempre una cierta actitud cero-bullshit que tienen todos. No hay una vuelta, un “juego” ni un yeite, ni nada por el estilo en su propuesta. Son gente que hace canciones, siguiendo la eterna y un tanto arcáica tradición del cantautor y no mucho más. Y lo hacen muy bien. Y punto.)
- No creo que “Hungría” sea un gran disco. No creo que su compositor haya pensado alguna vez en crearlo así. Es un disco que se refugia en su pequeñez, en todos sus espacios y silencios. En sus últimos tres temas, tristes y menores. En ‘hebra prima’, que es un tema tan poco apropiado para terminar un disco, y que lo cierra. Y no se me puede ocurrir un final mejor para ese disco.
**
Como buen melómano romántico, siempre tiendo a asociar emociones y situaciones de la vida con la música que estoy escuchando en cierto momento. Un día en febrero iba en un ómnibus a tener una conversación potencialmente muy dolorosa, conversación que terminó aún peor de lo que esperaba. En el trayecto fui escuchando este disco, empezando con “Esgrima”, el primer tema. Me parecía raro escuchar algo tan ‘alegre’ en ese viaje, pero lo hice igual - recién descubría el disco y bueno, quería escucharlo.
Ahora cada vez que arranca “Esgrima” me acuerdo precisamente de ese momento, de ese ómnibus, del calor que hacía, de la ropa que tenía puesta, de las cuadras que caminé, de las cosas que compré en un Kiosco. Y lo extraño es que para haber sido un momento bastante jodido, lo recuerdo con una serenidad y nostalgia agradable.  Escucho “Esgrima”, y su letra que no se entiende de que está hablando, y me acuerdo de ese día, y me sonrío. Y ya pasaron un montón de meses, y todavía no entiendo bien porqué pasa. Tal vez podría haber pasado con algún otro disco, u otra canción. Tal vez no. Pero por esas cuestiones es que termino escribiendo cosas como esta.

miércoles, 23 de febrero de 2011

I've seen the future of hip hop and it's Odd



Esto da por iniciada la temporada musical 2011 para mi. Este nuevo single adelanto de Tyler The Creator es increible. El primer disco de Tyler, Bastard del 2009, es buenísimo pero este tema es mucho mejor así que tengo grandes expectativas. Para aumentar la ansiedad Tyler dio una presentación incendiaria en el programa de Jimmy Fallon donde tocó otro tema nuevo junto a Hodgy Beats, compañero de Tyler en el grupo Odd Future Wolg Gang Kill Them All (conocido como Odd Future a secas). El disco tiene fecha de edición para algún momento de abril

Un comentario en youtube decía que OFWGKTA son como el Wu-Tang del siglo XXI, y me pareció que tal vez tenía razón.

jueves, 17 de febrero de 2011

Mujeres



· Hace ya varios meses que vengo posponiendo este post acerca de los canadienses Women, pero se me hacía difícil definir bien las virtudes y ventajas de la banda con respecto a otras. Sí, es una banda muy buena y su último disco “Public Strain” del año pasado es muy bueno, pero ¿Por qué?
Me di cuenta que es más fácil definirlos no por lo que hacen bien sino por lo que no hacen mal.
· En toda esta última vorágine de bandas nuevas, las influencias siempre son las adecuadas, las ideas son buenas, pero falla siempre algo en el proceso de la ejecución, en algún concepto que pasan de largo, en prestarle demasiada atención a eso que justamente no es importante.
· Women es una banda de indie-noise-rock. Sí, ya esta todo escuchado. Pero sus influencias del noise no son el Dirty de Sonic Youth, ni el Loveless de My Bloody Valentine. Más bien son influenciados por la parte más interesante (en mi opinión) de Sonic Youth, la época del Confusion is Sex, Bad Moon Rising y Sister. Los colores ocres, las olas de ruido atonal insoportable, el clima opresivo. La grabación como si fuera hecha en un portastudio a medio andar en un baño enorme y sucio.
· Ok, si hicieran buen noise podría ser suficiente, pero la gracia de estos muchachos ees que hacen buenas canciones, con excelentes melodías, bien construidas, con buen conocimiento del espacio y los silencios. Saben cuando tiene que estar sonando algo, cuando no, cuando es mejor que haya una sensación de vacío, de “acá falta algo”, y usarlo a su favor.

Women - Black Rice

· Women fueron conocidos en su primer disco con su hit, “Black Rice”, una hermosa canción que parecía hecha por unos Shins más tímidos, que les daba verguenza demostrar que la melodias que usaban era realmente lindas. Se podría considerar que esto también pasa en su segundo disco“Public Strain”, con varias melodías e ideas pop que quedan un poco sepultadas bajo la producción y la mezcla caprichosa.  Pero lo que se fue es esa sensación de inseguridad, de “que sí pero no”. Abrazan su sonido,y construyen con sus influencias un lenguaje personal y propio sin darle muchas vueltas al asunto.
· Creo que es necesario hacer un espacio para hablar de la voz de Patrick Flegel, vocalista y guitarrista. En realidad no hay mucho para decir, porque Patrick cumple el rol pasado de moda de cantante en segundo plano, más del principio de los 90s (léase, dinosaur jr, mudhoney, y un montón de bandas twee, donde el cantante en cierta forma hace lo que puede). Su impostación es seca, un tanto fría, apática y nasal. Conoce muy bien las limitaciones de su voz y no tiene el más mínimo miedo en usar todo su rango, de una postura más grave y reminiscente a un Ian Curtis menos dramático, a un casi falsete más en la línea de los Beach Boys. Todo sin que quede forzado ni raro, todo en su medida justa.

Women - Eyesore

· De nuevo, todas las virtudes de esta banda se puede reducir a cuan poco se equivocan. El disco esta lleno de interludios ambientales (al estilo del Silent Shout, de The Knife), que.. ¡Funcionan muy bien! ¡Son lindos, y no son pretenciosos! En “Drag Open”, el tema por lejos más Sonic Youthero y cáustico del disco, evitan caer en el plagio gracias a una línea de bajo buenísima y pegadiza que jamás podría ser escrita por Kim Gordon. “Heat Distraction” esta en una métrica compleja al mejor estilo rock progresivo, pero la canción funciona tan bien que ni siquiera se nota (¡Así es como se hace!). Y en “Narrow With The Hall”, un genial tema pop de 2 minutos y medio de duración, cuando el tema realmente empieza luego de una intro, el bajo decide entrar un compás después de donde debería, y nada, no se, me emociona.

Women - Narrow with the Hall

· Women es una muestra de como una banda de 2 guitarras, bajo y batería puede seguir siendo un formato válido y fresco. Que se puede hacer noise sin caer en los lugares más comunes, y hacer pop pegadizo sin ni siquiera un dejo de “quiero pegarla” o de “me estoy re subiendo al carro”. Porque al fin y al cabo, son solo 4 pibes en su sala haciendo la música que les gusta, construyendo su mundo sonoro y haciéndolo muy bien. La pregunta, como siempre, es: ¿Era tán difícil?



Descargar Women - Public Strain

PD: En Pitchfork.tv hay 3 videos de ellos tocando en vivo temas de este disco. Estan muy bien interpretados y el sonido es muy bueno, y pese alguna terrajada con respecto al 'contexto' de los videos, es una buena introducción a la banda.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Bueno ta.

(introducción)

- Todo empezó leyendo este post de Fluxblog donde Matthew Perpetua mostraba su entusiasmo ante un nuevo tema de My Chemical Romance. La descripción me pareció interesante - la banda dejo su lado hardcore depresivo y se pasaron al power pop energético:

"I’ll be very honest with you: I definitely never anticipated loving a My Chemical Romance record this much, but then again, I also never thought they’d be the band who’d try to make Andrew W.K. seem sluggish and morose. “Planetary (GO!)” is a super-concentrated shot of thrill power, totally overwhelming in its barrage of gleeful, hyperactive hooks."

Escuché "Planetary (GO!)" y me gustó. Me recordó a los daneses cromados y melosos de Alphabeat, pero más aún más energéticos, bomásticos y exagerados. Perfecto.

- Christopher Weingarten es un crítico de rock (él mismo se pone en su bio de twitter "last music critic standing")  que en el 2009 tuvo la demente idea de hacer 1000 reseñas de discos, de discos editados ese año, todos en tweets de 140 carácteres. Lo logró, y siguió twitteando reviews (aunque no tan compulsivamente) en el 2010. También comenzó a escribir en varios medios, incluyendo el Village Voice. Me pareció siempre un crítico como mínimo interesante, y siempre entre los mejores 10-20 discos del año que él elige hay muchas bandas y proyectos totalmente desconocidos, al igual que mucho pop hiper-mainstream, así como hip hop y bandas de las que todos hablan y a todo el mundo le gusta. ¿Snob? Segurísimante, pero me da la sensación de que es Weingarten es un tipo con una opinión bastante formada y personal sobre lo que le gusta y lo que es bueno.
- Así que.. uno de los discos recomendados de Christopher del 2010 es "A Thousand Suns", el nuevo de Linkin Park. En su reseña del disco habla maravillas: "All hail A Thousands Suns, the finest dystopian fusion a major label can buy". Lo compara con el Ok Computer. También dice que la mayoría de la música del disco haría que los rajen a la mierda de cualquier Ozzfest. Pensé: "Bueno, tal vez es interesante".
- ENTONCES... cuando abrí el soulseek y decidí bajarme el "Danger Days: The True Lives Of The Fabulous Killjoys" de My Chemical Romance, dije "fuck off!" y me bajé también el de Linkin Park. Y escuche ambos. Varias veces.

- Antes: En mi vida escuché nada de My Chemical Romance excepto algún video en algúna televisión ajena de algo que me parecía una porquería depresiva al palo que no me decía nada con videos over-the-top. Pero dentro de todo nunca tuve ningún contacto con ellos. No conocía gente que los escuchaba. Es una banda que se hizo popular en el 2004-2006, y ya ahí estaba en mis veintialgo de años, fuera del target de su público. No pasó lo mismo con Linkin Park, que me los tuve que fumar por todos lados entre los 18 y 21 años, en la época que habían sacado el "Hybrid Theory" y el "Meteora". Me parecía una GADORCHA, y no le creía nada a esos rich kids con el ceño fruncido, tan en ese plan "aay, vivo en el suburbio, tengo toda mi vida solucionada y ningún problema, pero ESTOY MUY ENOJADOO!!1".
- (Algo que siempre me pareció interesante es como las bandas establecidas, famosas y con sello mainstream, de vez en cuando se rallan y sacan discos "raros", alienan a su audiencia de una forma u otra, y mandan todo a cagar. Es algo que - como muy bien decía mvc - ocurre desde los Beatles, y muchísimas veces esos discos son los más interesantes de una banda. Tanto el disco de Chemical como de Linkin Park parecían entrar en ese canon, aunque de una forma muy diferente cada uno)
- Pero bueno, la cuestión es que sí, me bajé ambos discos y los escuché, y esto es lo que puedo escribir al respecto acerca de cada uno, que justamente son lo suficientemente distintos y opuestos para que sea interesante hablar de ellos en conjunto:



My Chemical Romance - Danger Days: The True Lives Of The Fabulous Killjoys

Este disco es un ALL-CAPS-FEST. Todo el disco esta tocado con la máxima intensidad posible, las guitarras super distorsionadas, la batería tocada fuertísima, las canciones todas gritadas, TODAS tienen coros y más coros, y todo esta repleto de ganchos, arreglos de sintes y cuerdas. Obviamente, es pretencioso y ligeramente conceptual, con track introductorio, dos tracks de interludio, secciones de spoken word, etc. Pero el disco zafa muy bien debido a que logra nunca tomarse del todo en serio. Es demasiado bombástico y exagerado para eso. Y esta en las antípodas de la oscuridad: Es un disco divertido, dinámico, que no tiene ningún miedo en exagerar y pasarte por encima como una aplanadora. También es, inevitablemente, cansador, y no cualquiera puede soportar entero sus 50 minutos de himnos, ganchos interminables, cánticos heróicos y ritmos al palo sin parar. Pero igual el promedio de los temas es muy bueno y hay muy poco relleno.
Ojo, que uno también puede encontrar mucho para odiar aquí: La superproducción glossy y digital moderna, con todo perfectamente en su lugar, la sobredosis de arreglos, la voz de Gerard Way (que en lo particular no me molesta para nada, pero esa impostación constante puede ser muy ladilla), las baladas mermelosas. Pero lo hacen muy muy bien, y es todo una oda a los sentimientos larger-than-life de la adolescencia, el "vámonos corriendo de la mano a otra ciudad, esto es un espanto", y el "Bailemos que esta por explotar la galaxia" y al muy comiquero "Salvemos a este planeta de las garras de un poder terrible y maligno". Porque parece que Way es escritor de comics y esta bastante metido en el medio y lo conoce muy bien, y todo ese mundo repleto de vueltas de tuerca inesperadas, enemigos gigantes y desconocidos, batallas intergalácticas, y supervillanos esta expresado de forma perfecta acá. Es la banda sonora perfecta para una película de superhéroes. Realmente.
Mellando un poco en las canciones, esta la anteriormente mencionada Planetary (GO!), que sin duda es el tema más brutal del disco - con batería disco incluída! - pero hay otros temas que estan bárbaros. El primer tema, inmundamente llamado "Na Na Na (Na Na Na Na Na Na Na)" es insoportable aunque muy efectivo como intro de lo que se va a venir. Lo sigue "Bulletproof Heart", que es un punk-pop muuy bien hecho con todos los clichés imaginables del género pero que no hay con que darle - funciona. "The only hope for me is you" es uno de los temas donde vuelven un poco a la oscuridad, pero sigue siendo tan exagerado y heroico y repleto de sintes como el resto del disco, con un muy bien estribillo. Hay baladas indie como "Summertime" y "S/c/a/r/e/c/r/o/w", y los temas punkies más guerrilleros, como "Party poison" y "Vampire Money", que cierra el disco y sorprende un poco con la pseudo-desprolijidad, palmas, guitarra con guzz y mugre general. Buen tema para cerrar, ya que cierra con la idea general del disco: Estos tipos se están divirtiendo, mucho. Y cuando logran contagiar su entusiasmo, es genial.



Linkin Park - A Thousand Suns

Bueno, escuchar este disco fue bastante más complicado pero al mismo tiempo más interesante.
Veamos, a los Linkin Park les pegó lo que yo llamo el "efecto Bono" a cara de perro: Tienen treinta y algo, se pudrieron de la guitarra nu-metal chugga chugga, están forrados en guita, se cansaron de ponerla, se aburrieron de estar aburridos y apáticos. Entonces quieren sacar un disco "conceptual", "importante", "politizado", etc. Muchas veces esto termina en una careteada, ya lo sabemos todo, pero "A thousand sounds" es realmente es un disco conceptual, bastante hermético, tranquilo, triste y sereno, para lo que es Linkin Park. Las guitarras eléctricas distorsionadas están ausentes, excepto por algún arreglo ocasional y pequeño. Su violencia necesaria en algunas canciones esta reemplazada por sintes muy mugrientos, beats distorsionados, tambores tribales. ¿Querían conceptual? Este disco no tiene un tema de intro, tiene DOS. Por suerte, todos los interludios están muy bien logrados, son muy musicales y funcionan muy bien como nexo entre cada tema.
El primer enemigo de este disco es bueno, la cantada de Chester Bennington y también de Shinoda, que tiene esa cosa de perfección afinando, lamentosa y dramática que es totalmente infumable. Si podemos superar eso en el primer tema propiamente dicho ("Burning in the Skies") encontramos un tema con muy buenas melodías, que esta todo el tiempo luchando con no-explotar y reventar al pedo. Pero en sí, nada muy nuevo, es una balada con base electrónica y piano, bien armada y producida.
La sorpresa llego un poco más con "When they come for me", con un beats tribales y unos sintes recontra podridos. La atmósfera es agobiante y oscura. El track se mantiene constante en un solo arreglo y un acorde , excepto en el obligado "Puente Sensible"(tm), que por suerte funciona para contrastar con la outro jodida y percusiva. Acá es cuando uno piensa "Epa, ¿Qué le pasó a estos muchachos?".
El disco es relativamente corto, y 6 de los 15 temas son en realidad interludios, o fragmentos de otros temas. Los temas se podrían dividir un poco en las baladas tranquilas y reflectivas, y los temas con más influencia de hip-hop como el mencionado "When they come for me", o "Wretches and kings". Son de los temas más interesantes, donde son solo base ritmica y violencia contenida, y esquivan cualquier contacto con el metal que podían tener antes.
Quizás el tema que más me llamó la atención es "Blackout", con una base que podría considerarse.. indietrónica oscura? con bateria marcial y algunos teclados muy juguetones. Ok, pero sobre eso tenemos una voz que se dedica a gritar sacado en los estribillos al mejor estilo screamo. Pero la música nunca llega a explotar y se mantiene esa diferencia enorme entre la voz y el resto de la música. Queda RARO y muy incómodo, como si en cierta forma se hubieran dado cuenta de que gritar como un desesperado no funciona para nada, o no tiene sentido. "Iridiscent" es una balada de piano con beat electrónico, como otros de los temas del disco. Es bonita y triste. Al final del tema entran en modo Arcade Fire cantando la canción a coro entre varios. Terminan cantando todos algo que podría ser el motto de todo el disco: "Remember all the sadness and frustration / And let it go".
"The Catalyst" es el tema elegido como simple, cosa que no entiendo del todo. Dura como seis minutos y arranca como si fuese Born Slippy de Underworld, con un frase entre el spoken word y el rapeo. Es el tema más electrónico, con un bombo que esta demasiado alto y pone nervioso, y unos stab de sinte noventeros. En el puente de nuevo caen en el piano (bo, basta). Y terminan también con muchos coros, big rock drums y muchos coros - de nuevo, el efecto Arcade Fire.
Y termina el disco. Termina con "The Messenger." ¿Querían baladas? Esto es guitarra acústica (la única del disco) y voz y un poco de.. sí, piano, pero nada más. Dura 3 minutos, la canción propiamente dicha más corta del disco.
"The Messenger" es una buena canción, breve y triste. El problema - para variar - es la postura vocal, cantada totalmente desgarrada y rota y exageradísima. La letra es muy simple y cierra con la línea de todo el disco - un rayo de luz esperanzador ante un posible apocalípsis. Pero esa forma de cantar.. ay. El Horror. ¿Pero qué onda, que pasaría si la canta otra persona? ¿Sí esta canción la cantas bajito, y chiquita? ¿Sí esta canción la hace como cover no se, Springsteen?

En fin. Es un golpe raro para el final del disco, y te deja - de nuevo, la misma sensación, - incómodo. Digamos, es Linkin Park, y tienen un montón de ideas estéticas y conceptuales que no me gustan para nada, pero éste es un buen disco, es un disco sincero, e interesante.

Escuchar estos dos discos me hicieron pensar bastantes cosas. En la construcción de los gustos. En que pasaría si uno realmente escucha todos los discos que realmente salen todo el tiempo. Pero no, uno termina bajándose la última garcha de no se, Japandroids y evita - en cierta forma, justificadamente - todo el Mainstream. ¿Y qué onda realmente con estas bandas? ¿Debería explorar todas sus discografías? ¿El anterior de Linkin Park qué onda? ¿Vale la pena escucharlas? ¿Quién es uno para decidir que vale la pena escuchar y qué no? De repente a uno le cae un "che, escucha esto, en realidad esta bueno", y uno prueba. Y puede rendir, o no.

En enero de este año escribí un post con una conclusión un tanto similar, acerca de la confusión acerca de las reseñas, de como es difícil a veces que uno pueda alcanzar otro tipo de música. En ese caso, me refería a la música de otros países, lejanos, música a la cual no accedemos. Esto es un poco lo mismo, pero al revés. En fin, siguen siendo reflexiones sobre como funciona la industria cultural en cierta forma, que a mi me sigue confundiendo y me hace reformularme algunas cosas. Y mientras todo eso siga pasando, bienvenido sea.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Eureka! Escuchando los favoritos de Jim O' Rourke. (parte 1)



1) Tal vez es una costumbre un tanto perdida, pero creo que la mejor forma de conocer bandas y artistas nuevos es a través de entrevistas y notas a otros músicos. Era algo más común hace una década o más, donde las formas para conseguir música nueva eran menos y más complicadas. Lo interesante de seguir recomendaciones de otros artistas es que uno puede ignorar la maquinaria marketinera de revistas, sellos, e ir directamente al gusto de un melómano que vive en otro país y te dice "che, mirá, esto esta copado". Hay casos muy conocidos de situaciones así, como la remera de Daniel Johnston que Kurt Cobain supo usar, o también pasa cuando artistas hacen versiones (de nuevo, Daniel Johnston). Yo conocí a varias bandas a través de versiones de Yo La Tengo. Con Dario conocimos a los Parenthetical Girls a través de la versión de "Love Connection" que hace Casiotone for the Painfully Alone (y debemos un buen post acerca de Parenthetical Girls en el futuro).

2) Para los que me hayan leído o hablado conmigo, sabrán que en los últimos meses ando con una obsesión con la obra y persona de Jim O'Rourke . Esto se debe a que vi su nombre detrás de muchos proyectos que me interesaron mucho (el 'knock knock', de smog, su disco 'eureka', etc) y su posición de músico multiinstrumentista-multiuso-productor-experimentalista-etc. En las entrevistas, O'Rourke se muestra como alguien muy centrado y tranquilo, y casi siempre le preguntan "Che, y no te parece tan raro meterte en tanta cosa diferente?" y el contesta con un "Por supuesto que no". Puedo entender a que se refiere. Para O'Rourke, es todo lo mismo - producir discos, colaborar con artistas noise japoneses, sacar discos de electrónica experimental, juguetear con el pop orquestal, etc. Esto sumado a (¡seamos sinceros!) cierta crisis existencial por la que ando pasando, hace que me encuentre muy interesado en su persona y su obra.

3) Uniendo los puntos 1 y 2 me encontré con esta entrevista al músico en la célebre y genial Perfect Sound Forever, y de ahí encontré esta lista de sus discos favoritos / recomendados. Genial. Algunos artistas los conocía de nombre, la mayoría jamás los había escuchado, y el disco que más conocía (Laughing Stock, de Talk Talk) es uno de mis discos de cabecera. Una muy interesante combinación, así que decidí bajarme todos esos discos recomendados, y ahora voy a escribir un poco acerca de ellos. Son 10 discos, y el post estara dividido en dos o tres partes. Empecemos:


Luc Ferrari - Tautalogos Trois/Interupteur

(Este fue el primer disco que me baje y el primero en escuchar de esta lista. Apenas empezó, me di cuenta que este experimento de escuchar un montón de discos iba a ser complicado. Esto es duro.)

¿Quien es?
Luc Ferrari es un compositor francés de música contemporánea minimalista. A causa de sufrir Tuberculosis, no pudo ser pianista y se dedicó exclusivamente a la composición. Se fascinó con la radio y los artilugios electrónicos, siguiendo un poco la línea de Stockhausen, John Cage y otros. Estas dos obras son de 1967 y 1970, y duran 20 y 25 minutos respectivamente.
(Paréntesis personal: Ya tuve de adolescente alguna experiencia escuchando música contemporánea. Siempre consideré que escucharlos era algo bastante distinto a escuchar un disco digamos 'normal'. Esto no es pop. No es para poner de fondo. Es para escuchar con mucha atención y forma, digamos, "activa". O al menos esa es la actitud en la que intentaba encarar esos discos, aunque muchísimas veces fracasaba y escuchaba Stockhausen mientras ordenaba el cuarto. Recuerdo con cierto cariño algunas reuniones con mi tío-abuelo, pianista clásico él, donde escuchamos algunos discos de Bartok en silencio y tranquilos. Cuando terminaba cada obra, me preguntaba "Bueno, ¿Qué te dijo este lenguaje?")

¿Qué onda?
Cuando empezó la primera obra (Interrupteur) me quería matar. Era básicamente todo lo que uno puede esperarse de un autor minimalista insoportable. Drones disonantes, Pequeños ataques violentos de trompetas y cuerdas (chwaaannggg!!), clima inquietante."Ok, esto no es para mi".
La verdad me pareció muchísimo mas interesante la otra obra, "Tautologos 3". Que conste que me resulta dificilísimo hablar sobre música contemporánea, pero intentemos: Tautologos 3 es muy violenta e intensa, y tiene un montón de patrones y cambios de tempo constantes todo el tiempo. Además de la percusión, vientos y bronces hay una guitarra eléctrica y manipulaciones de cinta. Hay toda una estructura coherente, extraña y alienígena, silencios que dan a partes repetitivas y riffs cuadrados que son muy parecidos a algo que casi podría llamarse "rockero".
Repito, me cuesta horrores hablar de este tipo de música que desconozco. "Tautologos 3" me pareció super interesante, intensa, y en cierta forma extraña y sensible. No me lo esperaba. "Interrupteur", por otro lado, no me comunicó mucho.



Arnold Dreyblatt  - Animal Magnetism

¿Quien es? 
Según la Wikipedia, Arnold Dreyblatt (¡gran apellido!) es un compositor y artista visual. Estudio con La Monte Young, Pauline Oliveros y Alvin Lucier. En el lado músical, Dreyblatt inventó nuevos instrumentos, tipos de afinación, y toca un contrabajo que él mismo modifico. Su música aparentemente "se basa en armónicos". Ok, nidea de que querrá decir con eso, pero escuchemos a ver que tal

¿Qué onda?
Este disco es una de las sorpresas más agradables y de las cosas más extrañas que escuché. No se parece mucho a nada. Cuando arranca la primera canción, empieza una batería super básica y cavernicola, tocando algo muy simple, y una montaña de instrumentos entrelazados y difíciles de separar entre sí. ¿Hay vientos?¿Cuerdas?¿Una percusión por ahí?¿Un banjo?¿Qué son esos ruiditos?
Todos los músicos del ensamble tocan casi lo mismo hasta cierta cantidad de vueltas donde cambian a otra sección, y así van armando estructuras, casi canciones. Hay cierto ambiente lúdico, es música alegre, divertida, tribal y de cierta forma, amena.
El disco, dentro de sus patrones e ideas base, es bastante variado. El tema que da nombre al disco empieza con 2 minutos de unos armónicos sonando como robots aburridos, esperando alguna orden. Lentamente se agregan timbres, un bajo, un saxo haciendo drones, campanitas juguetonas. "Group Velocity" tiene una base que podrá servir para un oscuro reggaeton, con alguna melodía de sintetizador y alguien rapeando encima. Por otro lado, el uso de los vientos y saxos me recuerdan a las repeticiones de Phillip Glassy y Steve Reich. Pero de pronto hay un corto y entra algún ritmo super pegadizo y uno no puede evitar imaginarse a todos los músicos sonriendo mientras tocan. Qué cosa más extraña y genial este disco.



Talk Talk - Laughing stock

Sobre Talk Talk ya escribí en este post, y Gustavo también escribió un poco sobre ellos aquí. Una banda maravillosa, y un disco hermoso, único y personal.



Tony Conrad w/ Faust - Outside the Dream Syndicate

¿Quien es? 
Entremos en terrenos un poco más conocidos. Tony Conrad es un artista visual y músico experimental, que sacó solo este disco, acompañado por los muchachos de Faust. Fue miembro del Theatre of Eternal Music, junto a John Cale, La Monte Young, y otros, a mitad de los 60s, haciendo lo que se consideraría en el futuro música Drone. Con esos datos, uno puede tener un poco de idea de por donde va a ir este disco.

¿Qué onda?
"Outside the Dream Syndicate" tiene dos lados, cada uno durando unos 26 minutos aproximadamente. El primero, "From the Side of Man And Womankind" es de las composiciones más repetitivas que escuché. Son 25 minutos con una batería haciendo un ritmo sumamente primitivo (pum-pa-pum-pa), y al pobre bajista tocando la misma SANTA NOTA durante la duración del tema, y la toca así: tun, tun, tun, tun, tun, tun, tun, tun. Sobre esa estructura suena la viola de tony conrad, que se balancea, se mueve, se desliza relajadamente. Suena a Krautrock a full, por alguna razón: ¿La elección de timbres? ¿La estructura armónica? ¿O simplemente por como suena, por como esta grabado? no sé. Lo que sí es que esta primera pista es un tour de force, y es un poco lo opuesto a las composiciones de ferrari: Funcionan mejor como fondo, como un wallpaper sonoro, para cuando uno hace otras cosas.
El segundo "From the Side of the Machine" lado mantiene la misma idea pero mejoran todas las partes más irritantes. La batería es mucho más orgánica, siguiendo un patrón tribal con tones. El bajo toca alguna nota más (serán 2 o 3!). Y además de la viola, tenemos algunos sintetizadores que hacen muy buenos aportes, y salen y entran de a ratos. El lado dos es mucho más relajado y contemplativo, y mucho más ameno de escuchar. Mientras que el primer lado se mantiene terco en su intención y las variación son solamente las mínimas que son generados por los mismos 3 tipos tocando lo mismo todo el puto tiempo, acá hay unos ciertos relevos, bajadas de cambio y subidas. Todo muy lento y pausado, pero que se mantiene muy interesante durante todo el largo de la pista. Se supone que es un disco clásico del drone y el krautrock. Para mi no pasa mucho de ser un disco "lindo", al que seguramente se le saque más jugo con más escuchas.