miércoles, 15 de agosto de 2007

Arty Video Post



Window Water Baby Moving (Stan Brakhage, 1959)

Ya había hablado de este corto en este post pero nunca es demasiada insistencia cuando se trata de este clásico de Brakhage. El corto, que documenta en la forma poética de que solo Brakhage era capaz el parto de su primer hijo, es mi favorito personal del maestro del cine no-narrativo aunque comúnmente se mencione más a la saga épica de Dog Star Man.



Le Sang des Bêtes (Georges Franju, 1949)

Vi esta película por primera vez como parte de un programa de cortos en una edición del BAFICI que había ido a ver por otras piezas incluidas y sin saber de que se trataba esta. Posiblemente tampoco lo sabían todos los que estuvieron todo el tiempo dando vuelta la cara impresionados o los que se levantaron y volvieron después de que hubiera terminado. El debut cinematográfico del cofundador de la Cinémathèque Française es un documento frio y ultrarealista del final de los animales en los mataderos de París. Creo que este corto junto con la escena del matadero de En un año de 13 lunas de Fassbinder tienen la mayor responsabilidad de que yo haya dejado de comer carne.



Fireworks (Kenneth Anger, 1947)

El legendario e inmortal clásico homoerótico de Kenneth Anger, filmado cuanto tenía apenas 19 años. Este corto atrajo por igual la atención de Jean Cocteau y de la censura y se le presentaron cargos de obscenidad en contra que finalmente fueron desestimados. Aunque todo el trabajo de Anger es bueno, no creo que ningún otro de sus cortos posteriores haya vuelto a tener la intensidad de este. Fireworks está marcado a fuego en la historia del cine independiente y tiene un lugar asegurado entre las grandes obras de la historia del cine. Compruebenlo ustedes mismos.



The Private Life of a Cat (Alexander Hammid y Maya Deren, 1944)

Un encantador relato mudo de la vida de una gata, un gato y sus cinco crías, narrado y fotografiado de forma impecable y con el enorme mérito de haber logrado filmar a gatos actuando naturalmente y haciendo lo que esperaba que hagan. La película para los amantes de los gatos.



Crash! (Harley Cokliss, 1971)

Todo esto fue solo una excusa para podear postear este obscurísimo corto que levanté del genial blog Ballardian. Una pieza de ballardiana casi desconocida hasta para los fans. El corto es una adaptación del cuento "Crash!" incluido en La exhibición de atrocidades (que después sería extendido en la novela del mismo nombre) y además de reproducir muy bien el espíritu ballardiano, tiene un mérito extra que la convierte de una mera curiosidad en una joya oculta: el protagonista es el mismísimo James Graham Ballard. Los que hayan visto la Crash de David Cronenberg van a comprobar que a pesar de estar basadas en piezas diferentes, no solo el clima y el imaginario son los mismos (lo cual es lógico porque esa misma relación existe entre la novela y el cuento) sino que hasta ciertas imágenes son equivalentes y que al igual que el cuento es una versión concentrada de la novela, este corto es una versión concentrada de la película. Harold Bloom decía que la gran ventaja de Borges respecto a otros autores, incluso algunos igual o más talentosos, era que leerlo te obligaba a pensar siempre de alguna forma en la que nunca habías pensado y de la que no había marcha atrás, leerlo era volverse un poco borgiano y eso le garantizaba su lugar en la historia. Si eso es cierto para Borges, es miles de veces más cierto para Ballard y es por esa razón que entre la película y el corto se da esa relación que menciono. Para adaptar a Ballard hay que volverse ballardiano y ver el mundo a través de sus ojos, entrar al mundo ballardiano, del cual no hay salida y en el cual él está en control. No creo que estas adaptaciones sean de sus directores más que de Ballard adaptándose a sí mismo a través de los directores. Una prueba más de lo que ya todos sabíamos, que Ballard es uno de los grandes genios de nuestra era y el que mejor la describió.

2 comentarios:

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Viendo Fireworks entiendo perfectamente por qué una persona como Jean Cocteau pudo interesarse por la obra de Kenneth Anger. A mi, en cierto modo me hizo acordar bastante a Orpheé.

Le Sang des Bêtes, me pareció realmente truculenta, pero no por la violencia explícita, sino por la naturalidad con que se muestra la labor cotidiana del matadero. Un film que podría convertir en vegano a cualquier carnívoro susceptible.

No tiene tanto que ver con el resto de los films, pero ¿vio The Saddest Music in the world de Guy Maddin. A mi me pareció muy buena.

Anónimo dijo...

lindisimo el corto de los gatos. es re alterno otroyoiano.j jaja.