El maravilloso y terrorífico mundo de Apple.

Hace bastante tiempo quiero escribir un poco sobre el mundo Apple, y sí no lo hice fue porque a  la empresita del señor Steve Jobs ya le dan la suficiente bola mediática. Para mi es muy interesante como una empresa oscura y para un publico “de elite”(como era apple en los 90s), se volvió mainstream, ocupando todo los nichos del mercado, creciendo y creciendo hasta volverse la empresa tecnológica más grande del mundo, y todo en menos de quince años. 

La relación entre sus consumidores y la empresa es un delirio, pero por un lado es comprensible: Todas las estrategias de Apple, su forma de promocionar, diseñar, de moldear y modificar el mercado con sus políticas agresivas, tooodoo eso apunta a cierta forma de ver el mundo, moderna, cool, evangelista, que te hace rechazar todas las alternativas. Apple te vende “esto es la posta, este es el camino correcto”. Y la gente compra, y compra.

Apple es muy buena en eso de agarrar un producto ya conocido y transformarlo completamente, reformulándolo por completo y haciendo que la competencia se tire de los pelos durante meses. Con el iPod cambiaron el concepto de los reproductores de mp3s, con el iPhone el de los celulares - vamos, ahora todos los smartphones modernos son más o menos un iPhone - y con el iPad inventaron directamente una nueva plataforma que apuesto que en 2-3 años va a ser parte de la vida de todo el mundo al igual que los smartphones hoy en día. Su hardware y software está bien diseñado, y anda muy bien. Los precios son caros, pero - notando su éxito, especialmente en el primer mundo - la gente lo paga igual. Tengo unos amigos viviendo en Estados Unidos y me dicen que, para bien o para mal, la Mac es la computadora standard que todo el mundo tiene. Punto.

En fin, ocurre que hace más o menos un mes me compré mi primera laptop: una Macbook Pro.  Ante el grito desesperado de varios de mis amigos de “NOOO!! TRAIDOR!! WHYY!?!?”, mi respuesta fue muy simple: Es precisamente la máquina que necesito en este momento: Es buena para trabajar en audio, diseño, para programar en rails (ya que el SO funciona sobre un Unix), incluye un puerto firewire que necesito, y además conseguí una usada a un precio razonable. Comprarse una Laptop PC es una pesadilla nerd(tm) donde uno se pasa semanas haciendo research y comparando marcas y leyendo reviews como un condenado. Es horrible. Apple ofrece siempre muy pocos modelos de laptop, la Pro, la Air, tamaño de monitor y no mucho mas. Está bueno.

De cualquier forma nunca me gustaron mucho las prácticas tecnológicas de Apple. El iTunes siempre me pareció una bosta, y me embola esa doble moral de “somos re cool y modernos y tenemos la posta” con “nuestros sistemas son dumb-proof y cerradísimos y hace todo como NOSOTROS DECIMOS porque ES LA POSTA”. Por otro lado también tenía cierta curiosidad sobre realmente cómo era el mundo de la Mac, y quería abrirle un poco la puerta a ese ejercito nazi que me tocaba el timbre hace rato. Así que bueno, aquí vienen las observaciones de un usuario  un tanto escéptico y bastante ladilla sobre sus primeras semanas en el mundo de la manzanita:

- El OS X prácticamente no tiene curva de aprendizaje. Está todo más o menos donde pensás que tiene que estar, es muy fácil y cómodo, anda rápido y bien. Yo durante unos años usé Ubuntu, y es un placer volver a tener varios escritorios, cosa que siempre encontré comodísima y nunca entendí porque en el Windows Vista o 7 nunca se agregó esa funcionalidad. En líneas generales el sistema operativo es aún más simple que Windows. Tiene MENOS cosas, MENOS opciones (para bien), el panel de control es mucho mejor y mucho más claro. 

- Cuando compré la laptop me vino con unos problemas de software: Le dije al anterior dueño que ‘Borre todo’(un ‘restaurar sistema’, en mi cabeza) y el flaco muy literalmente me borro tooodooos los programas incluyendo los de sistema, convirtiendo la máquina en un bello ladrillo de aluminio inusable. Solucionar eso fue UNA TRANZA porque los pelotudos de Apple no te dejan restaurar el sistema operativo sino es con los discos originales que te trae la máquina. No, no cualquier disco: ESE disco que trajo la máquina. Y esos discos estaban en Estados Unidos. La puta madre. Igual parece que con la versión Lion del Mac OS  solucionaron bastante eso y podés restaurar el sistema operativo desde Internet y todo, pero me cayó bastante mal haber tenido un problema que claramente no pasaría ni con Windows ni Linux.

- En la forma de uso y estética, el OS X me recordó, por un lado,  al Ubuntu y por el otro, al Android de mi celular. Lo cual me sorprendió, pero tiene sentido: Se nota que Apple de a poco esta borroneando la línea entre el iOS (el sistema operativo del iPhone e iPad)  y el OS X de las computadoras. Por ejemplo la aplicación “Mission Control” te muestra todas las aplicaciones igualito a un iPhone. Da miedo. 

- La instalación de los programas me pareció un poco patética con eso de que te sale una ventanita y tenés que arrastrar un icono sobre otro icono para instalarlo. Es como para niños de 5 años. Vamo’ arriba. Por otro lado, una MARAVILLA TOTAL desinstalar programas: Agarras el icono del App y lo tiras al tacho de la basura. Igual me da la paranoia de que no debe ser tan fácil, que obviamente hay archivos de sistema de cada aplicación que se quedan haciendo mugre por ahí. Pero ta bueno.

ESTO es patético.

- Piratear programas es igual de fácil que en la PC. Yay! Por lo meno lo que intenté encontrar, está todo y anda lo más bien. Descubrí con alegría que muchos programas gratuitos que utilizo todo el tiempo en Windows (uTorrent, FileZilla, etc) tienen su versión Mac, fue solo cuestión de bajarlas y listo.

- Por ahora el único programa que realmente no hay para Mac, no va a haber y es una cagada es el Soulseek, esa maravilla P2P dond esta toda la música del planeta. Así que para bajar discos y eso la compuadora seguirá sirviendo ese noble proposito. Ah, y los jueguitos, por supuesto.

- Insoportable que todos los accesorios boludos (un adaptador, conector, cable, lo que sea) sean tan caros. Insoportable que cualquier aplicación boluda en el App Store salga siempre aunque sea 5 dólares. 

- ODIO el iTunes. No entiendo la lógica, es incómodo, feo, quiero cambiar la playlist todo el tiempo y no hay forma de hacerlo sin crear una playlist cada vez que quiero escuchar algo. Me bajé ilusionado el Winamp para Mac y FUNCIONA IGUAL AL ITUNES! WAAAGGGHH
Me recomendaron uno llamado Enqueue, que tiene una lógica para funcionar un cacho más lógica que el iTunes, pero sigo siendo infeliz con la reproducción de música. No quiero hacer una playlist para cualquier pelotudez. Todos. Putos.
- Pero bueno, después, en general, estoy contento. Es lindo tener una laptop en general, nunca tuve una antes! y poder chatear o leer desde el sillón o la cama. Anda todo rápido y bien. No se ha colgado. Anda muy rápido, más rápido que la Pc en varias cosas. En breve tendré un adaptador VGA para conectarle el monitor grande, y ahí es cuando empezaré a usarla exclusivamente (excepto para bueno, soulseek o gaming), y esa será la verdadera prueba de fuego. Veremos.

PD: Ah, y recomienden alguna alternativa al iTunes. Me chupa un huevo sincronizar con iPod o lo que sea porque no tengo. Solo quiero escuchar mi música cómodo, carajo.

Whitey 101.

Whitey es, probablemente, el músico con más mala suerte en la historia del mundo. Y uno de mis favoritos también. Probablemente el cantautor más menospreciado de la última década.

Su derrotero profesional se inició en el 2004 con un disco debut que, como todo buen disco debut de los tiempos post-internet, fue hypeado bastante y reconocido por su calidad. Rápidamente se buscaron contactos entre sus contemporáneos y se lo bautizó “el James Murphy inglés”, una calificación apresurada pero en su momento aparentemente justa, ya que su primer disco (The Light At The End Of The Tunnel Is A Train, nombre hermoso, mala onda y depresivo) tenía bastante sintetizador y tecladito, un par de cencerros, un estilo de cantar medio susurrado y desganado como el querido gordo Murphy.

Pero su contenido lírico y su evolución no podrían haber estado más alejados del newyorkino. Si Murphy evolucionó de una posición de cinismo y referencias irónicas a una sentida celebración de la amistad y el amor y la nostalgia mientras mantenía su repetitiva y zumbona base electrónica (con ciertos agregados épicos y sentimentaloides); Whitey comenzó haciéndose el canchero con sus bases electrónicas zumbonas para ir descendiendo en una gran celebración de la misantropía apoyada en instrumentación clásica, en cuerdas melancólicas y baterías muy humanas y con inspiración en el jazz más cool. Sin que esto, que quede claro, lo vuelva un aburrido sofisticado con falsa Fedora. Las canciones de Whitey siguen teniendo elementos electrónicos y siguen siendo profundamente divertidas, narrativas (a falta de una mejor palabra) y por momentos eufóricas. Pero tratan, generalmente, sobre soledad, alienamiento, resentimiento contra aquellos más exitosos que vos, relaciones que terminan muy mal, la estupidez de las masas, la general carencia de decencia de la raza humana y la falta de suerte de nuestro artista.

Porque Whitey, luego de ese “exitoso” debut, se vio lanzado a la mayor de las obscuridades por la misma industria. Su segundo disco, el maravilloso Great Shakes (2007), se filtró unos meses antes de su lanzamiento oficial y como consecuencia de ello fue cancelado por la discográfica. Después de eso Whitey languideció en el infierno de los músicos durante unos cuantos años más, grabando como maniático pero sin la posibilidad de lanzar nada. Mientras, a su alrededor, MySpace nacía y moría, Pitchfork consagraba como mega-estrellas a Arcade Fire y Animal Collective y, en general, se ponía en tela de juicio las avenidas por las cuales ganar reconocimiento en la industria musical y el rol del músico dentro de las discográficas.

Finalmente, en el 2010 (y luego de tirar a la basura otro disco llamado Stay on the Outside) logró sacar lo que, oficialmente, es la continuación de The Light At The End Of The Tunnel is A Train: Canned Laughter, auto-editado, fue un disco mucho más tranquilo, casi cansado, resignado. Iba a sacar un Canned Laughter Vol.2 pero se vio cancelado por “falta de fondos, prensa, comida y dinero para el alquiler”. Imaginen ser un músico cuyo único disco “oficial” data del 2004, ya pasaron 8 años y todavía no logró construir una carrera que sea notada (más allá de un par de enfermos fanáticos) por culpa de la espinosa relación discográficas – internet. Totalmente harto de esta maldición, finalmente Whitey se abrió un Bandcamp hace un par de meses y subió rápidamente una versión prolongada y con rarezas de Great Shakes (publicado como Great Shakes Vol.2 al lado de la filtración original, que también se encuentra disponible) y su nuevo disco, llamado Lost Summer.

Ahora uno entra al Bandcamp y encuentra a un artista con 5 discos subterráneos y geniales a sus pies. En conmemoración de ello, y del cariño que le tengo, he decidido armar un compiladito con lo que yo considero sus grandes éxitos. Si les gusta, les recomendaría ir a su Bandcamp y tirarle unos mangos por el disco que más les quepa. Se lo merece.

Whitey – A Jinx On You, A Pox On Your House (Greatest Hits). (también se puede escuchar en Grooveshark)

01 – Lost Summer (Lost Summer, 2012).

02 – Sweet Words For The Sour (Great Shakes, 2007).

03 – A Walk In The Dark (The Light At The End of the Tunnel Is a Train, 2004).

04 – Black Cat (Great Shakes Vol.2, 2012).

05 – Never Enough (Great Shakes, 2007).

06 – Twisted Sheets (Canned Laughter, 2010).

07 – Do The Nothing (Great Shakes Vol.2, 2012).

08 – Can’t Go Out, Can’t Stay In (The Light At The End of the Tunnel Is a Train, 2004).

09 – Time's Up (Canned Laughter, 2010).

10 – Cigarette (Great Shakes, 2007).

11 – And When Your Sun Goes Down You’ll Know (Canned Laughter, 2010).

12 – The Gutter (Great Shakes Vol.2, 2012).

13 – Wrap It Up (Great Shakes, 2007).

14 – Saturday Night Ate Our Lives (Lost Summer, 2012).

15 – See You Next Time (Lost Summer, 2012).

16 – The Light At The End of the Tunnel Is a Train (The Light At The End of The Tunnel Is a Train, 2004).