jueves, 22 de diciembre de 2011

Modernistas 12: Darren Hayman



El carismático ex-lider de Hefner es una de nuestras figuras de culto totales, para mi y para Amadeo. Todo un símbolo del artista outsider, desde que se disolvió Hefner no paró de sacar discos tanto solistas como con diversos proyectos, y ¡Vaya sorpresa! ¡Están todos muy buenos! Su último disco "The Ship's Piano" es una belleza que fue de cabeza a mi lista de discos del 2011 (que será publicada en breve) así que se me ocurrió mandarle un mail a su correo para hacerle unas preguntas. Contestó muy rápidamente, así que recopilamos muchas preguntas con amadeos y se las mandamos.
La verdad el resultado es un poco similar a lo que ocurrió con la entrevista con Eddie Argos publicada hace unos años, donde se notó cierto mayor entusiasmo de nuestra parte que del entrevistado, donde muchas de las respuestas son muchas veces lo más directo y simple que pensabamos. Pero de cualquier forma, es el fucking Darren y abre una pequeña ventana a lo cual es su mundo personal, lo cual es siempre muy positivo.
Así que, con ustedes, Darren Hayman:

- Tu último disco tiene al piano como instrumento principal. ¿Tus próximos shows van a ser basados en ese instrumento o planeas hacer shows en otro formato (como por ejemplo, con banda/guitarra)?
Decidí hacer shows del nuevo disco sólamente en lugares con pianos de verdad, y ya hice un par de shows en ese formato. Aunque “i taught you how to dance” suena muy linda en guitarra.

- Me parece bastante interesante como algunas de las canciones de “The Ship’s Piano” tienen instrumentación acústica, otras sintetizadores y cajas de ritmos. Como era el proceso para arreglar las canciones?
Son solamente las herramientas apropiadas para cada canción. O dependiendo del ánimo en el que estaba ese día.

- En la breve descripción del álbum, mencionas que esta muy influenciado por el incidente que tuviste en el cual terminaste hospitalizado, y que a causa de eso trabajaste con un sonido más amable y suave. Pero también mencionas que preferís las letras más sencillas y directas, y en primera persona. ¿Estás prefiriendo esa forma de componer en general? ¿Dirías que es algo que simplemente viene con la edad? 
Es algo que viene con la edad. Todo lo que veo y escucho ahora parece más rápido y intenso que antes. Simplemente estoy prefiriendo las cosas un poco más tranquilas.

Mi canción favorita del disco es “Oh Josephine”. En los créditos indicas que el título es la idea de otra persona (Jony Dobson). Pero no es un titulo muy raro ni particular. Hay alguna historia detrás del titulo o canción?
Necesitaba un nombre de mujer de 3 sílabas para que encajara en la melodia de la cancion. Pregunté en Twitter por sugerencias y nunca se me había ocurrido “Josephine”.

Como vivís el ser un artista DIY con una público pequeño pero intenso? Pensás que es fácil trabajar y vivir con esta cultura más basada en Internet? Como por ejemplo con sitios como bandcamp, soundcloud, que te permiten compartir y vender tu música con facilidad.
- No es fácil. Estoy bastante celoso de mis amigos que tienen bandas y sellos y managers que los ayudan con todas sus cosas. Esos sitios que mencionas hacen todo bastante más fácil pero no sería DIY si no tuviera que serlo.

- Tu blog no tiene muchas entradas, pero las que hay son muy buenas, y estan muy bien escritas. También escribiste mucho en los diarios de grabaciones de Hefner en tu sitio web. Obviamente te gusta mucho escribir. Alguna vez pensaste en publicar algo o tenés algún interes en escribir además de en las canciones y con el blog?
La gente me esta preguntando eso mucho más ahora que antes. He escrito un par de cosas para algunas revistas, pero no es algo que me interese mucho - escribir canciones es suficiente. A veces alguna cosa no entra en una canción, entonces lo escribís en un blog.

- Acerca de Hefner y los tópicos de sus canciones, es como si siempre fuesen sobre gente triste, pequeña y solitaria, que busca el amor en los lugares equivocados. ¿Porqué elegiste ese tópico? ¿Es algo consciente?
Para mi, escribir es siempre una mezcla entre consciente e inconsciente. Las palabras y el tema de una canción aparecen inesperadamente pero al final siempre se que es lo que estoy intentando decir. Y la mayoría de las canciones de toda la gente son sobre gente solitaria y triste, en realidad, no?

- Sos muy bueno en utilizar topicos de canciones no-convencionales, o hablar sobre situaciones extrañas o incómodas de una forma muy natural. ¿Tenés alguna temática que sea “Tabú” y que nunca usarías, porque tal vez no funcionaría , o sería muy ridículo o similar?
Nah, en realidad no. Cualquier cosa se puede convertir en una canción. Es sólamente una cuestión de contexto.

- Me gustan mucho la serie de “Himnos” que escribiste para Hefner. Las viste alguna vez como una serie? Hay algún tipo de narrativa que va a través de ellas?
Sólamente son canciones sobre cosas que me gustan. Una especie de desafio de escritura, donde utilizas un objeto o cosa como base para una canción.

- En Hefner esta también la ciudad como algo muy poderoso, una fuerza para el bien pero también para el mal, que tanto divide a la gente como la conecta. ¿Cómo veías la ciudad en esa época? ¿Y Cómo la ves ahora? 
Amaba la ciudad y la sigo amando. Es un lugar salvaje, y cruel, pero también es el mejor lugar en el mundo para hacer lo que yo hago. No podría vivir en ningún otro lado.

- ¿Porqué decidiste incorporar todos esos sintetizadores en el disco de Hefner, “Dead Media”? ¿Como te sentís al respecto de que ese álbum, diferente a los demás pero con las mismas obsesiones, se convirtió en el último disco de la banda?
Creo que con “Dead Media” aprendí que la gente era celosa de Hefner y querían que suene de una forma específica. Y para poder permitirme experimentar y hacer cosas diferentes, tuve que terminar con la banda.

- ¿Tenés un sintetizador favorito? Has considerado hacer música electrónica bailable?
Me gusta el Prophet 5. No me interesa mucho hacer musica que la gente pueda bailar... es como que te limita mucho a la hora de componer. Pero adoro hacer música electrónica.



- También te quería consultar acerca de The French. Es como un proyecto perdido a esta altura, pero fue tu primer disco después de Hefner y continúa con el estilo que estaba en “Dead Media”. Cómo surgió ese proyecto? Como te sentís sobre el álbum ahora?
Todavía es mi disco favorito. Es tan pequeño y esta todo como contenido. Tiene muchas buenas canciones y buenos sonidos.

- Por último: ¿Algún plan de una gira por Sudamérica?
No creo que nunca podría poder pagar ir, lo siento. Es demasiado lejos!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Modernistas 11: Mark K-Punk.


Mark K-Punk es uno de esos intelectuales inclasificables que suelen salir de Inglaterra, perteneciente a una generación de hijos no reconocidos de la academia que tomó la internet como hogar. Una escuela heterodoxa, influenciada en gran parte por la prensa musical inglesa de principios de los ochentas, en la cual Mark E. Smith, Ballard, Lovecraft, la ciencia ficción, el post-punk, la música electrónica y la psicogeografía se mezclan sin conflictos con Spinoza, Marx, Nietzsche, el post-estructuralismo, Baudrillard y Zizek. Así que con el amigo Darío decidimos que era hora de hacerle una entrevista. 

Lleva años escribiendo en su blog K-Punk en partes iguales crítica de rock y análisis político, diseccionando las diversas formas en las que el capitalismo y el neoliberalismo se articulan en la política de nuestra consumo cultural al mismo tiempo que critica a la inoperante e irrelevante izquierda actual, centrada en causas perdidas como las protestas anti-globalización en cada reunión del G8. En los tiempos de confusión política post-crisis del 2008, él y parte de la blogósfera que lo rodea han probado ser de los intelectuales más relevantes e interesantes que se pueden leer en este momento. A fines del 2009 editó el libro Capitalist Realism, lidiando con la cuestión de la ideología en el capitalismo y su triunfo absoluto en erradicar toda esperanza de que exista alguna posible alternativa.

No es necesaria mucha introducción más, ya que Mark mismo se ocupa en la entrevista de explicar bien su derrotero, desde sus inicios en el casi legendario Cybernetic Culture Research Unit (CCRU) hasta la edición de Capitalist Realism y la cuestión de la actual crisis política inglesa.

¿Cómo te involucraste en el CCRU (Cybernetic Culture Research Unit)? ¿Cuál era el objetivo y la postura del grupo? ¿Cuál era la definición de cibercultura con la cual trabajaban? Finalmente, el CCRU era una entidad elusiva y sus trabajos eran frecuentemente desorientadores, alienantes para un grupo que venía de la academia, ¿Cómo era la relación del grupo con la academia en general y la universidad de Warwick en particular?

Fui parte del CCRU desde el principio. Fue formado por Sadie Plant cuando se unió a la Universidad de Warwick, y su intención era explorar la conjunción entre un cierto tipo de teoría (Deleuze y Guattari, Lyotard, Haraway, Irigaray, Bateson, Margulis) y la cultura digital emergente de los 1990s. Más específicamente, el CCRU era uno de los resultados del encuentro entre Plant y Nick Land. Los libros de Plant eran bastante conocidos en los 90s, pero la mayoría de los trabajos importantes de Land – ficciones teóricas hiper comprimidas que unían filosofía dura con pulp cyberpunk – nunca tuvieron una circulación muy amplia. Gratificantemente, eso está a punto de ser corregido – Urbanomic, los editores de Collapse, están a punto de publicar los trabajos reunidos de Land.

En contraste con el modelo californiano / de la revista Wired de cibercultura, CCRU le daba una importancia crucial a la música, especialmente el jungle. La psicodelia rítmica del jungle era generada mediante computadoras pero, lejos de ser incorpórea – como muchos, en el momento, pensaban que era la cibercultura – era una ciencia vernácula de los afectos corporales. Pero, como Kodwo Eshun argumentó – Kodwo fue alguien que influenció al CCRU enormemente y que apareció en algunos de sus eventos más importantes  – el cuerpo que el jungle conjuraba era en muchos aspectos un cuerpo imposible: los breakbeats estirados a lo largo del tiempo demandaban una forma de baile que los organismos humanos no eran capaces de realizar. Aquí, entonces, había un ejemplo vívido de la distinción de Deleuze y Guattari entre el cuerpo orgánico y el cuerpo sin órganos.

El ciber feminismo era también una corriente importante en el CCRU. El trabajo de Sadie Plant conectaba las provocaciones teóricas de Haraway e Irigaray con un proyecto de investigación que linkeaba la historia suprimida de la relación de las mujeres con la tecnología con un nuevo pensamiento en biología.

La mezcla de teoría francesa, ficción experimental (Ballard, Burroughs y Gibson fueron influencias cruciales), junto con el intento de transcodificar las intensidades mutantes de la cultura digital en texto, explica en gran manera porque el trabajo es desorientador. La relación con la academia era una de mutua hostilidad. Un representante de la Universidad de Warwick una vez dijo, famosamente, que el CCRU no existía, no había existido nunca y nunca existiría. Lo que quiere decir es que CCRU nunca tuvo ningún status oficial en la institución. Pero el CCRU apreciaba su no-existencia institucional: a la vez estaba adentro y afuera de la academia. Era la academia renegada – el equivalente académico del Coronel Kurtz, como dijo Simon Reynolds cuando vino a entrevistar al CCRU.

¿Qué tan fuerte es la influencia de esa experiencia temprana en tus trabajos posteriores? ¿Crees que hay un legado que dejó el grupo? Recuerdo que usabas conceptos del CCRU como hiperstición mucho después de que el grupo muriese.

Hay un legado, por supuesto. Podés verlo en elementos del realismo especulativo – Iain Hamilton Grant estaba en Warwick justo antes de que el CCRU se formase, y tuvo una influencia enorme en el grupo. Ray Brassier fue influido por Nick Land, todo el costado ‘materialismo oscuro / vitalismo oscuro’ del realismo especulativo podría ser un continuo con aquello que estaba haciendo el CCRU. Y luego, por supuesto, está Kode 9 / Steve Goodman, que fue uno de los miembros fundadores del CCRU. También tenés razón, la hiperstición es uno de los conceptos a los que todavía me adhiero, pero toda mi orientación está informada por el pasaje a través del CCRU. Un libro como Capitalist Realism solo podía salir del pasaje a través de esa perspectiva “Landiana”. La crítica implícita en ese libro proviene de contrastar la imagen Landiana del capital (como un sistema sin remordimiento y eficiente de auto-ensamblaje) con la realidad del capitalismo tardío: su inercia y su esclerotismo burocrático.

A pesar de todos sus experimentos de pensamiento y su deseo de expandir el pensamiento académico a la escritura literaria y de ciencia ficción, al CCRU no le gustaba lo metafórico y se adhería a una estricta manera de pensar “realista” y “representacional”. ¿Cómo impactó esto en tu manera de ver la música, que se puede ver siempre como no representacional y metafórica?

Bueno, nosotros deciamos estar en contra de lo metafórico – Alberto Toscano una vez remarcó que el desprecio por la metáfora era prácticamente la firma de un cierto modo de teoría post-Deleuziana – pero en realidad la escritura estaba saturada con metáfora. Pero yo diría que la música no es en sí misma metafórica – es abstracta. O, mejor dicho, es a la vez abstracta y física, esa combinación, esa noción de una materialidad abstracta, es una de las razones por la cual la música era tan central a lo que el CCRU estaba haciendo.

¿El CCRU estaba interesado en la interacción entre los seres humanos y las máquinas con el objetivo de desarrollar nuevas formas de pensamiento post-humano?

Si, ‘post-humano’ era la frase del momento, a pesar de que había todo tipo de problemas con ella. ¿Estábamos anticipando un tipo de progreso teleológico más allá de los seres humanos? ¿O estábamos hablando de una forma de pensamiento que colocase a los seres humanos en una red de interdependencias con otras agencias? El énfasis en el resultado produjo un extraño efecto de trascendencia: estábamos hablando todo el tiempo de procesos que nos eliminaban o nos obviaban, que nos harían obsoletos. Había una excitación en este borramiento, pero en última instancia también había algo deprimente al respecto – nuestro único rol era anticipar alegremente nuestro propio deceso.

Viniendo de una tradición teórica que valoraba la literatura de ciencia ficción y de horror, más tu extensivo uso y exploración del concepto de hauntología, ¿ves o sentís un costado del capitalismo fantasmagórico, siniestro o incluso casi lovercrafiano? ¿Pensás en él como “un virus del espacio exterior” o una forma de organización social que favorece los rituales y la magia oscura?

Todo eso. Es espectral en el sentido de que carece de una forma fija y la mejor manera de caracterizarlo es como una virtualidad fugitiva. Pero también es una Cosa Lovercrafiana – algo sublimemente vasto, espumeando, bullendo, diseminándose. Se propaga como un supervirus y sus adherentes tienen sus propios rituales y sistemas mágicos.

Hace un par de años el interés mayor tanto de tu blog como de toda la blogosfera que te rodeaba parecía ser la hauntología. ¿Cómo se desarrolló ese concepto y podrías dar una breve explicación del mismo?

Se desarrolló como una respuesta a una confluencia cultural genuina. De repente, había un grupo de artistas – principalmente trabajando en el ámbito de la música – que estaban preocupados por el mismo problema: el fracaso del futuro y la desaparición del ahora. Lo que es fascinante es que estos artistas – que incluían al sello Ghost Box, The Caretaker, Mordant Music, William Basinski y más importantemente Burial – no tenían una influencia significativa el uno en el otro, como digo, era más una cuestión de confluencia, no influencia. Eran bastante diversos en sus sonidos, pero todos compartían ciertas marcas sonoras – sobre todo el uso de la fritura del vinilo. Su música era espectral pero aquello que la espantaba no era el pasado – o no solamente el pasado – sino también los futuros que nosotros esperamos que lleguen pero que jamás se materializaron. La idea de que el tiempo estaba dislocado, de un espectro espantando la cultura contemporánea naturalmente conducía de vuelta a los Espectros de Marx de Derrida y su concepto de hauntología. La manera en que la hauntología ha sido utilizada en relación a la música es – en mi mente al menos – consistente con el uso original de Derrida, pero también creo que desde que el concepto ha sido utilizado en relación con la música, ha ganado una cierta riqueza que no poseía antes.

Te recuerdo en el 2006 citando a Momus diciendo que la música finalmente había muerto, o al menos había perdido su relevancia creativa. Cuando le pregunté a Momus acerca del mismo tema el mencionó que las causas eran demográficas (el hecho de que el rock se había vuelto tan viejo como su audiencia y ya no era la voz de una generación) y la ubicuidad. ¿Aún crees eso? ¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Y cuáles son las causas de acuerdo a vos?

No veo motivos para revisar ese punto de vista aún. Nada ha sucedido desde el 2006 para sugerir que la música será el motor de la modernidad cultural de la manera en que lo fue desde los cincuenta hasta los noventa. Lo cual no es lo mismo que decir que la situación no cambiará nunca. Podríamos estar en el borde de un renacimiento masivo de la música; por lo menos eso espero.

Hay un número de elementos que han conducido a este impasse. Adicionalmente a los factores que menciona Momus, también está el problema del agotamiento – Alex Williams ha trazado una analogía entre el agotamiento ambiental y el cultural. Quizás hemos sobre-explotado la cultura de la misma manera en que hemos sobre-explotado los recursos naturales. Tendemos a pensar que las permutaciones culturales son infinitas de una forma que los recursos naturales no son, pero quizás esto es una ilusión.

Otro factor es internet, que pareciera haber privado a la cultura musical del espacio-tiempo que era más productivo para la misma. La internet ha reemplazado un modelo viejo y puntuado del tiempo – en donde estaba organizado alrededor de performances en vivo, lanzamientos de discos y noches en clubes – con un tiempo distribuido por el ciberespacio en el cual es posible subir música en cualquier estadio de su desarrollo y consumir prácticamente cualquier expresión de la historia de la música en el momento en que quieras.

Luego están los factores políticos. La música siempre fue más vibrante cuando reflejaba o de alguna manera “transducía” (Nota de T: “transduction” es el proceso mediante el cual el ADN es transmitido de una bacteria a otra mediante un virus: en este caso las bacterias somos nosotros y el virus la música) la volatilidad social. Y, hasta muy recientemente, hemos estado viviendo en tiempos muy inactivos.

Vos editaste un libro sobre Michael Jackson muy pronto luego de su muerte. ¿Que significó la muerte de Michael Jackson? ¿Por qué editaste ese libro y por qué tan rápido?

La muerte de Michael Jackson no fue el fin de una era – Jackson había dejado de ser, hacía mucho, una fuerza musical o cultural de alguna significancia, y se había deslizado a una especie de grotesco banal – pero coincidió con el fin de una era. El ascenso de MJ a un nivel sin precedentes de megaestrellato sucedió justo en el momento en que la economía política y los medios políticos cruzaron un gran umbral; de hecho el éxito de Jackson fue parte de ese cambio. Reaganomics y Thatcherismo, una intensificación masiva del consumismo, la llegada del VHS y de MTV, la globalización: Thriller se alimentó y a su vez alimentó todos estos desarrollos. Su muerte llegó en el preciso momento en que – a causa de la crisis financiera – ese sistema de realidad estaba estallando. Luego de su muerte me pasé un día o algo así viendo todos sus viejos videos y me chocó, como si fuese la primera vez, las increíbles y horrendas diferencias entre el Jackson de Off The Wall y su persona tardía, espantada y auto-desfigurada. Quería destacar todo esto. Quería que la red de escritores de Zero Books reflexione sobre ello. Estoy absolutamente encantado con el libro, que para mí es una de las mejores colecciones de escritura musical de la última década.

¿Cómo llegaste a escribir Capitalist Realism? ¿Cuál es su tesis?

El libro reunió y enfocó algunos de los pensamientos sobre la situación política que había estado desarrollando en mi blog a lo largo de una cantidad de años. Los posts en el blog eran parcialmente un intento de dar sentido a lo que era vivir y trabajar en la Inglaterra de Blair. Yo trabajaba como un profesor, dándoles clases a chicos de entre 16 y 19 años, y estuve en la primera línea de la neoliberalización de los servicios públicos en el Reino Unido. Se les pedía a los profesores realizar cada vez más prácticas de auto-observación que habían sido importadas del mundo de los negocios. En principio, los libros de registro y reseñas de performance eran simplemente una pérdida de tiempo, pero me impresionaron un par de cosas acerca de ellos. En primer lugar, ¿por qué los profesores estaban tan inactivos frente a esos nuevos y absurdos reclamos de su tiempo? En segundo lugar, ¿cómo coincidía esta creciente cantidad de tiempo gastado en burocracia con la idea neoliberal de que la burocracia era un artefacto de una gobernanza de izquierda? Gradualmente me di cuenta que éste tipo de actividades no eran solamente un gasto de tiempo – su aceptación cumplía una función ritualista. Hacer las cosas mecánicamente y sin interés, hablar con retórica de negocios incluso a pesar de que uno no crea en ella – todo esto era crucial para imponer un marco ideológico. Así que llamé a este marco ideológico realismo capitalista, en parte porque el argumento para hacer estas cosas desde el nivel de la administración era que resistirlas no tenía sentido – la única cosa “realista” que se podía hacer, si uno quería mantener su trabajo, era seguirles la corriente. Pero luego comencé a ver los efectos del realismo capitalista en todos lados: no solamente en el trabajo o en la política, sino también en el clima afectivo de las sociedades neoliberales, a las cuales vi caracterizadas por una depresión hedónica – había muchas nuevas posibilidades de placer, pero, en vez de ser una alternativa a la melancolía, alimentaban una especie de nuevo y completamente ubicuo abatimiento. Esto estaba relacionado a una ranciedad, un agotamiento de la misma cultura, una sensación de que todo ya había sucedido; había infinitas nuevas formas de consumir, pero lo que consumíamos era de manera creciente versiones pastiche de vieja cultura.

Vos has hablado muchas veces de la crisis del 2008 y el hecho de que el capitalismo de alguna manera ya está muerto pero sigue andando. ¿Podrías explicarnos un poco sobre eso? ¿Cuál crees que es su status hoy? ¿Cuáles podrían ser los efectos a largo plazo de esa crisis?

No es que el capitalismo esté muerto, pero sigue adelante, es el neoliberalismo el que está en ese estado zombie. El neoliberalismo dependía de la idea de que el así llamado “mercado” podía administrar las cosas mejor que cualquier tipo de cuerpo público. Por supuesto, a lo largo de su período de dominancia, el neoliberalismo ha dependido del estado en muchas maneras, pero ha logrado mantener esa dependencia sin que se notara. Sin embargo, fue imposible no darse cuenta luego de que los estados del mundo se enfrentaran a los planes de salvataje masivos.

Los efectos a largo plazo de la crisis no son claros; lo que es seguro es que no hay retorno a la situación previa al 2008. El capital no tiene una solución a los problemas que llevaron a la crisis; las medidas que llevaron a la crisis – niveles de crédito insostenibles – eran ellas mismas intentos de resolver problemas previos. Pareciera que el capital se ha quedado sin ideas. Esto podría no ser tan bueno; el genio del capitalismo es que no está comprometido con ningún modo particular de gobierno. El capitalismo neoliberal puede estar terminado, pero es posible imaginar muchas diferentes formas de capitalismo, incluyendo un capitalismo autoritario. El autoritarismo con frecuencia aumenta en popularidad en tiempos de crisis, y hay evidencia de que eso está sucediendo de nuevo. Al mismo tiempo, también hay una creciente militancia global, la cual hemos visto hacer erupción en el Medio Oriente e incluso en el corazón del realismo capitalista, como en el Reino Unido y los Estados Unidos.

¿Qué llevó a Inglaterra a la crisis política en la cual parece estar inmersa hoy? ¿Cuál es tu visión general del movimiento de protesta que la siguió y que esperas que salga de esta crisis y estas protestas?

Para ponerlo simplemente, la crisis política fue causada por la crisis financiera. El final del Nuevo Laborismo también ayudó a poner las cosas en foco. Creo que el hecho de que había un (en su amplia mayoría solo nominal) ‘gobierno de izquierda’ significaba que todas las disidencias estaban contenidas en alguna medida. Pero la coalición liderada por los Tory ha despertado toda clase de animosidades. El movimiento de protesta es increíblemente esperanzador – como escribí en mi blog, ver el florecer del movimiento alrededor del país fue como emerger de una larga depresión política, que es lo que creo que está sucediendo en realidad. Mi creencia es que el actual gobierno del Reino Unido no va a durar: el Cameronismo fue construido para los días pre-2008 del consenso neoliberal y, como dije, esos días hace rato que terminaron. A diferencia de los Tories de los 80s, que se habían formado en el choque contra los sindicatos, el gobierno actual no tiene experiencia en protestas industriales y cómo lidiar con las mismas. El programa de cortes que han impuesto es tan salvaje que va a enfrentar el tipo de resistencia que no vemos en el Reino Unido hace 25 años. Lo que está pasando en Inglaterra en este momento es una especie de doble proceso – por un lado, está la persistencia del realismo capitalista, que ha mutado de un modo de arrogancia neoliberal a algo más desesperado; el mensaje de que tienen que haber cortes, que es solo una cuestión de donde caerán es, tristemente, ampliamente aceptado en Inglaterra en este momento; al mismo tiempo, hay una furia general y sin expiar dirigida a los banqueros, debajo de la cual puede detectarse un cuestionamiento de las asunciones que subyacen al realismo capitalista. Los próximos años se definirán en ésta lucha, que está aconteciendo dentro de los individuos al mismo tiempo que dentro de los grupos.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Bailen en Calzoncillos: Lo Mejor del 2011.



Se acerca el fin de año y, como buen neurótico obsesivo fanático de las listas, comienzo a pensar un balance de aquellos discos que más me gustaron. Durante muchos años hice una lista de lo mejor del año acá y antes en Modern Life Is Rubbish. Pero el año pasado me hice el boludo, porque, para decirles la verdad, estaba cansado, cubierto de trabajo y sin ganas de agarrar y escribir 20 o 25 textitos justificando porque cada disco merece su atención.

Y este año tampoco tengo ganas de hacer eso. La verdad, si quieren que les confiese, es que hace dos años que escribo una columna mensual de música en la revista Haciendo Cine y, si bien es un buen ejercicio que me obliga a seguir escuchando nuevos lanzamientos y pensar sobre ellos, también es agotador. Es cansador tener que pensar dos o tres textos de 800 caracteres por mes vendiendo un disco y no repetirse. Si fuese un escritor honesto, lo que haría es subir todas esas reseñitas y dejar en evidencia cuantas veces uso los mismos adjetivos, cuantas veces justifico algo por la emoción que produce, cuantas veces hablo de rock electrónico y robot y de “tecladitos”. Pero la verdad que soy un farsante, y no tengo ganas de someterme en ese ejercicio.

Escribir la lista de fin de año hubiese sido escribir de nuevo esas reseñas, volver sobre mis pasos, aburrirme. Ya no hace falta. Ahora ustedes, gracias al crecimiento de las redes sociales y los servicios de streaming, pueden experimentarlo con sus propios oídos. En alguna época hacía una lista sin siquiera links de descarga. Que regresivo que sería eso ahora.

Entonces, lo que hice fue armar un playlist de Grooveshark (ese servicio de streaming musical tan nacional y popular, indispensable en fiestas y oficinas) con lo mejor (para mí) del año. Es un work in progress, todavía no pude agregarle los tema del disco de The Fall de este año, ni escuché el de Mountain Goats o el de Robyn Hitchcock con atención, ni sé que agregar del de Kate Bush. Hay obsesiones continuas (Electric Six, Art Brut, Malkmus, Antolín, 107 Faunos), bandas nuevas (Das Racist, The Vaccines, Posavasos) y de todo un poco. Y hasta contiene una pequeña trampa: un tema de Solletico del 2010 que descubrí este año y que me parece tan, pero tan genial (además de que su EP salió a finales del año pasado) que merecía estar aquí.

Vayan, escuchen, comenten, pónganlo en sus casas, bájense los discos después. Lo hermoso de esta época es que no necesitan un sabio que les guie infaliblemente alrededor de que bajar.

Ah, y el disco de Lady Gaga es muy malo, tanto que casi me arrepiento de haberle dado un lugar preferencial a su debut hace unos años. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

Apuntes teóricos



Cada vez leo más artículo que directa o indirectamente hace referencia a cómo es que el Internet, o más bien nuestra vida on-line, ha venido afectando otros aspectos de nuestra vida off-line

Algunos de los más interesantes son los que se refieren al impacto económico que está teniendo. No solo en la forma más conocida, la que se refiere a las empresas cuyo campo de acción está directamente insertado en el Internet, y que son de las que escuchamos casi siempre, Google, Facebook, Amazon. Tampoco por la forma en que el mayor tiempo conectados ha afectado a las industrias ya establecidas, con la aparición de nubes de datos y nuevos tipos de comercialización, por ejemplo. Lo verdaderamente interesante es la manera en que las nuevas costumbres adquiridas en el ciberespacio están teniendo un impacto en la realidad-real. Esto es lo que explica, según los artículos, la aparición de una industria multimillonaria en torno a la propiedad compartida de casas y autos, al couchsurfing, e incluso a préstamos directos sin pasar por el sistema bancario, cosa impensable hace solo unos años, pero completamente intuitiva para quien ha crecido en redes sociales. Como es intuitiva la existencia de una sociedad horizontal, en Red, piedra angular de la organización de los diferentes Movimientos de Ocupación que tanto salen ahora en las noticias.

Más interesante podría ser estudiar cómo es que la tecnología ha ingresado en nuestras vidas diarias. Como decía Eze, dentro de poco vamos a dejar de tener muchos aparatos diferentes para pasar a tener un “coso” multipropósito, y este va a estar, por supuesto, permanentemente conectado al Internet, y ahí chatearemos, y leeremos y haremos amigos y guardaremos recuerdos, nos enamoraremos y putearemos cuando sea conveniente a quien sea conveniente, o porque sí. Me encantaría ser lingüista o antropólogo o sociólogo, y escribir tesis o papers sobre los códigos de comunicación, esas hermosas mutaciones del idioma que van surgiendo y muriendo según quiere la selección natural, hasta formar, con sus detritos virtuales, estratos geológicos de memes, emoticones, comentarios-en-azul y mefirmás.

Pero lo que yo más quisiera es encontrar como es que la realidad nueva se manifiesta en el arte y en la cultura. Más allá de los medios de transmisión o de las estrategias de distribución, ¿cómo es que esta vida de oversharing está cambiando nuestras novelas, películas o canciones?

La idea original para este post se me ocurrió más o menos en abril, cuando hojeaba un libro de arte que hablaba de la época en que la Modernidad devoró Occidente a finales del siglo XIX y principios del XX. Lo bacán era la estructura del libro: no seguía ni un orden cronológico ni uno disciplinario, sino más bien uno temático. Un capítulo, por ejemplo, hablaba de Metamorfosis, y ponía como ejemplos a Kafka, pero también a Stravinsky. Otro hablaba del impacto de las nuevas tecnologías en la pintura futurista y en el cine de Chaplin y Fritz Lang. Y así, y así. Traté de buscar ejemplos más concretos, pero hoy día que fui a la librería la encontré cerrada, desmontada, y con cajas de libros desparramadas en el suelo.

He estado pensando al respecto, y se me han ocurrido algunas características comunes que podrían tener estas obras, una suerte de checklist que tendríamos que revisar y perfeccionar, después de todo el primero que se me ocurre es:

  1. Autoría múltiple: Yendo en contra de siglos de depuración que han hecho que cada vez el autor tenga mayor visibilidad (y que ha hecho de las novelas especializadas en mirarse el ombligo algo de todos los días), el Internet ha sido el lugar ideal para que surjan proyectos en los cuáles no es lo que haga uno lo que importa, sino más bien lo que hagamos todos juntos sumados. Wikipedia se me ocurre como el ejemplo más claro, pero hay otros: el consenso de Yelp dejando sin trabajo a los críticos gastronómicos, el work-in-progress que son los tumblrs especializados en memes. Es como volver a la época en la que las historias se iban armando de a poquitos hasta formar mitologías. Difícilmente vamos a ver pronto sagas o algo así (y si las vemos, serán de lolcats), pero las condiciones ya están dadas.

  2. Liquidez: Hace poco leí este concepto cuando alguien colgó una entrevista al sociólogo polaco que lo planteaba, Zygmunt Bauman. El viejo hablaba de cómo los movimientos de indignados solo conseguirían cambios superficiales porque, como a casi todo, les faltaba solidez: no estaban anclados en ninguna estructura de pensamientos. Creo que ese es el principal problema que tenía The Social Network: contaba cómo fue creado el Facebook, pero no hablaba de, y mucho menos lograba hacer sentir, el gran cambio que han conseguido las redes sociales en nuestras personalidades, que se han vuelto mutantes, líquidas. Un día podemos ser de cierta manera pero, ya que la mayoría de nuestras relaciones son ahora indirectas, están tamizadas por la red, es muy fácil que haya un cambio de personalidad. ¿Cómo reflejar esto en la ficción?

  3. Simultaneidad: Multitasking, que le dicen. ¿No les ha pasado que cada vez están viendo más cosas a la vez y que, como si fueran un procesador, empiezan alguna, la dejan a la mitad, comienzan otra, luego regresan a la primera, pasan a una tercera, y así sucesivamente, hasta que les falla la memoria RAM? Al menos a mí me pasa eso cada vez que abro el Chrome y empiezo a leer mi Reader, ver algún video en Youtube y huevear en el Facebook. Creo que esta sensación de simultaneidad va a tener que traducirse de alguna manera en alguna plataforma artística. Lo más cercano que se me ocurre ahorita es lo que hace Girl Talk, y en general todo el mash-up.


  4. Hipertextualidad: Que para mí tiene algo que ver con la simultaneidad, pero no tanto. Es como esas veces que entras a Wikipedia y empiezas a darle a los links y a leer otras cosas, no las que empezaste. Me imagino una novela o una película donde serían las palabras claves las que funcionarían como vasos comunicantes a otras escenas del mismo mundo. Quizás funcionaría mejor, incluso, en un videojuego, el que para mis compañeros de blog ya es de todas formas el arte narrativo del nuevo siglo. Pero, ¿por qué no en una novela o un comic que utilice las nuevas plataformas? Igual que para Proust los olores le traían recuerdos, bastaría hacer click sobre una idea, o sobre la descripción de la sensación de un personaje, para que nos lleve a la narración de ese recuerdo, o alguna escena que también funciona así. ¿Y cómo aplicarlo a la narración tradicional

  5. Mutación gramatical: De este sí he visto ejemplos en novelas de la década pasada, específicamente en Cloud Atlas, de David Mitchell, y A visit from the Goon Squad, de Jennifer Egan, que reflejan como la interacción por computadoras y mensajes de texto puede cambiar la forma de escribir y la forma de hablar. Los errores pasan a ser las nuevas reglas, la manera correcta de escribir. En el caso de Jennifer Egan va un poco más allá: sus personajes del futuro cercano solo pueden expresar sus sentimientos a través de mensajes de texto, nunca cuando se hablan cara a cara. Incluso cuando están sentados frente a frente, conversando, cuando necesitan decir algo personal lo mensajean.

jueves, 24 de noviembre de 2011

5 Bandas Que Deberían Tocar en Argentina en 2012.


1) Guided By Voices: vamos, señores, si trajeron a Pavement para llenar dos fechas en una Trastienda cargada de hermosura y perdedores, también podrían traer a la Banda Más Grande Que Ha Dado Ohio. Máxime sabiendo que se han reunido hace muy poco y que tienen un disco pronto a salir (aunque el tema de difusión no nos haya volado la cabeza como creíamos). Están viejos (el otro día veíamos videos de ellos en YouTube y Roberto Polardo ya tiene una cabeza completamente plateada) y probablemente vienen por cerveza y alojamiento. Denle, que en relación precio / horas tocadas / hits siempre va a ser un buen negocio y quiero levantar mi vaso con él durante “A Salty Salute”.

2) The Fall: esto JAMÁS va a suceder, pero está bien soñar. Que venga The Fall, que venga Mark E. Smith antes de que muera y se le caigan todos los dientes y se putee con unos cuantos, cante de manera confusa con su bella mujer tocando los teclados y después se quede en algún pool oscuro tomando cerveza tras cerveza y negándose a apagar sus cigarrillos.

3) Electric Six: es injusto que Fatthew Perpetua haya visto tantas veces a Electric Six y yo solo una, y encima cuando acababan de sacar su primer disco. O sea, nunca los vi en vivo haciendo “I Buy The Drugs” o “Germans in Mexico” o “Kukuxumushu” o “It Gets Hot!” de su último y flamante disco. En serio, este país (y, porque no, todo Latinoamérica) se merece una inyección del más puro rock and roll-disco-malvado que pregonan estos muchachos. Y además dicen que Dick Valentine puede levantar un amplificador de bajo de 180 kilos con una sola mano.

4) Stone Roses: se reunieron hace poco y, sabiendo la historia de enojos crípticos, bardeadas abiertas, egos encontrados y genialidad general, en el mismo día en Twitter estábamos todos preguntándonos cuanto iba a durar. ¿Tres semanas? ¿Dos meses? ¿Seis años? Que vengan antes de eso, por favor. Quiero arrepentirme de alguna vez haber hablado mal de su obra maestra exorcizándome bailando “I Am The Resurrection” y “Fool’s Gold” (a “Fool’s Gold” se la baila como mareadito, cabeza gacha, dando vueltas en el lugar, con un gorro que cubre los ojos).

5) Art Brut: Ezequiel siempre dice “Hay 5 o 6 fanáticos de Art Brut en el mundo y es muy gracioso que Amadeo sea uno de ellos”. Y si, viejo, yo quiero que venga Art Brut a Argentina y el Cono Sur. En serio. Volvería a tener 16 años. Poguearía como loco. Con una banda que es contemporánea y que no son los Ramones o los Fleshtones o grandes y hermosos viejos que tocan canciones de dos minutos llenas de energía. Es un tipo que tiene casi mi edad y lee los mismos comics que yo. Cuya música estoy escuchando desde el 2004. En otras palabras, todos sabemos que quiero que venga Art Brut para hacerme amigo de Eddie Argos. 

you know i want ya.

Leyendo el artículo sobre esta canción de Pitbull (ok, ok, no pregunten) leí algo que me interesó mucho. Por un lado, el tema es un remix de este tema de Nicola Fasano:



"Remix".. seamos sinceros, que lo que hace es sacarle la letra y rapearle encima y contar números con los dedos. De cualquier forma, este tema de Nicola tiene un sample de "Street Player", una canción de Chicago:



Pero cuando Pitbull hizo su versión, no utilizó el mismo sample de Chicago, suponemos porque salía demasiado caro. Entonces, ¿Que hizo?: Contrato los servicios de Mark Summers, experto replayer de Samples, que grabó una sección de vientos que sonaba exactamente idéntica al tema de Chicago, y listo. Sí señores, hay una empresa que se dedica a "tocar" secciones o canciones de otras personas, de forma que suene EXACTAMENTE igual a un sample, pero sin samplearlo. Pueden ver su página donde ofrecen sus servicios acá.

Since 1996, we have replayed samples for virtually all the leading music labels, producers and DJ's on the planet. Now the international leader of recreated samples, our network of studios in New York, London and Barcelona provide a wealth of talent and skills, to deliver top quality re-recorded productions.

We remake any style of music and produce sound-a-like vocals
- to match any original recording as closely as possible....

Scorccio can offer a unique service - providing the same sound and "vibe" of the original sample, made with all the same instruments - but recreated and transformed into a brand new recording.

We have direct access to Oxford University Professors of Musicology, to give your new track the legal seal of approval. We can even give your new "sample replay" any key or pitch you need to match any acappella.


En la sección de audio del sitio se puede escuchar algunos ejemplos y pueden dar un poco de miedo, ok, tienen alguuuna ligera diferencia si escuchas repetidamente el original vs la copia. Da bastante atención en algunos ejemplos de música vieja, como el tema de Bryan Adams (las guitarras suenan IGUAL).
Obviamente esto es perfectamente legal. Básicamente, lo que estan tocando es un cover de las canciones. Un cover totalmente perfecto, pero que sigue siendo un cover, sin ser una copa del audio "físico" de una canción.
Me parece interesantísimo y me hace pensar en dos cosas bien diferentes. Por un lado, que extraño trabajo como productor y músico de intentar sonar exacta y absolutamente igual a otra persona, con el mismo sonido, misma guitarra, mismo amplificador y misma circunstancia, todo eso multiplicado por cada instrumento, hasta lograr la formula perfecta. Y por el otro lado, sí ya es tan común que las empresas de publicidad hagan versiones ultra parecidas de otros temas, tal vez dentro de algunos años no podamos distinguir jamás entre un original y un cover hecho de esta forma. Y que la diferencia entre alguien tocando una versión, un sample o un replay deje de tener sentido.

lunes, 14 de noviembre de 2011

"Cosos".

Por una variedad de razones (hurto de mi Reproductor de MP3s, desintegración de mi celular anterior, carencia de laptop, etc) decidí comprarme un Smartphone en Alemania. Para el tremebundo nerd que soy, siempre fuí bastante ludita con el tema de los celulares, más que nada por la sobredosis de comerciales, ese “tenés que tener un celular!” a la fuerza,  espíritu adolescente anti-capitalista y esas cosas. Sí, yo fuí de esos que “tardó” en tener un celular. Sí, yo soy de esos que habló y habla loas de su viejo y querido Nokia 1100. Pero bueno, fuí y me compré un Smartphone, un HTC Wildfire S. Me lo compré porque era un celular con Android, el formato es bastante pequeño (más chiquito que un iPhone) y que se yo, el diseño me pareció bonito. No hay celulares HTC en Uruguay y me salió el cheto de adentro que quería tener un celular que casi nadie tenga por acá. Y el precio era razonable. El teléfono en el viaje me terminó siendo sumamente útil más que nada por tener un GPS en la mano: Anotaba en casa varios lugares para visitar, los marcaba en Google Maps y luego cuando estaba cerca me mostraba específicamente a cuanto estaba, incluso hacía que dirección estaba apuntando.



Ahora ya hace varios meses que lo tengo, y más que una review sobre el modelo en particular quería contar a mi parecer las ventajas y desventajas que tiene tener un bicho de estos en el bolsillo:

Ventajas

1) ¡Es una computadora!
Eso que nos venden en las publicidades es verdad. Escuchar música en el Winamp de Android, hacer scrobbling en Last.fm, sacar una foto y subirla a Twitter automáticamente, mientras agregas luego de una llamada algo nuevo al calendario que se te sincroniza automatico con el Google Calendar. Está bueno y es divertido y funciona bárbaro.
2) Estar conectado todo el santo día
Ahora soy la persona más amarga y menos deseada en cualquier reunión: No importa la discusión, se puede desmintir cualquier duda y curiosidad revisando la fucking wikipedia en el teléfono. “Mirá, viste. La bandera de Nepal no es la única que tiene una forma no-convencional de todas las banderas del mundo! Tomá!”. Gracias al celular, soy un poco más forro.
Hablando en serio, mi acceso a Internet en la oficina es muy limitado, entonces el celular me salva la vida. Además, tener Twitter en el celular es otra cosa totalmente distinta: Tiene otro sentido utilizarlo así, escribiendo aleatoriamente cuando uno encuentra algo pintorezco o interesante en la calle.
3) Aplicaciones
Todavía no ingresé completamente en el mundo de los apps de Android, pero no es necesario para darse cuenta de que está bueno. Por ejemplo de lo primero que me bajé es un afinador de guitarra, que anda bárbaro y es muy práctico cuando estás con una criolla tocando en cualquier parte. Conseguí una linterna que es excelente y es mucho más potente que la de un 1100 (usa el flash de la cámara, piola). Otra aplicación muy buena es el Nanoloop, un programa muy minimalista para hacer música que está buenísimo. Originalmente era un cartucho de Gameboy y lo pasaron a Android. Muy recomendable. Y por supuesto: Angry Birds! Las esperas en cualquier lugar se volvieron mucho más soportables.
4) Es lindo de usar
Eso de la interfaz táctil está bueno. Pasar de fotito a fotito en una galeria, agrandar, acercar, hacer scroll, es agradable y se siente bien. Esta tendencia de usar  la interfaz touch en celulares, computadoras, laptops y tablet PC llegó para quedarse.
5) Android es buena onda
Es ridículo pero el HTC es más amigable que mi antiguo Reproductor de MP3s. Lo conectás por USB en la computadora y te sale un menú de como querés conectarlo (podes usarlo solo para recargar el celular, o para compartir la conexión a Internet, por ejemplo). Elegís “conectar como disco USB” y te aparece como un vil pendrive, con una carpeta MUSICA y OTRA CON LAS FOTOS Y LISTO. COPIAS LA MÚSICA Y LA ESCUCHÁS. GRACIAS ANDROID POR EXISTIR. Nada de iTunes y todas esas garchas ni sincronizar ni complicartela. Justo lo que necesito.

Obviamente, no es todo sol y florecillas en este mundo. Estas son las cosas que más me han roto las guindas de usar un celular así.

Desventajas

1) Es una computadora.
Está bueno tener una computadora no? Sí, pero SE CUELGAN. SE TRANCAN. A VECES ANDAN MAL. La puta que los parió. El sistema de aplicaciones funciona de tal forma que uno abre un programa, cierra, abre otro, cierra,  abre un tercero y es posible que los 3 programas sigan corriendo en procesos por detrás sin que vos lo sepas. Entonces lo estás usando así durante una tarde y de repente se empieza a ARRASTRAR y es una bosta. Tuve que bajarme una aplicación llamada Advanced Task Killer que te muestra todos los procesos y los podes matar al toque. Pero se supone que no tendría que estar haciendo eso. Ni tendría que sentir la necesidad a veces de reiniciarlo, es ridículo.
Antes de tener un Smartphone no entendía como existían monstruos como el Samsung Galaxy SII con dos procesadores y gigas de memoria. Ahora entiendo. Como es una computadora uno tiene ganas de revisar Twitter escuchar música y chatear por GTalk todo al mismo tiempo. Y eso se come el CPU con fritas y anda mal. Entonces poder lograr que todo ande rápido y bien se vuelve algo deseable.

2) Estar conectado todo el puto día
¡Felicidades! Estás borracho en una fiesta y acabas de revisar tu mail a las 4 de la mañana. Sos un gil. Obvio que está bueno usar GPS y guiarse y poder revisar mails urgentes en cualquier lado porque bueno, uno esta viviendo La Vida Moderna y puede ser necesario, pero no tenés vida. Vamo arriba. Ah! y otra cosa: Chatear desde el celular, todo bien, podés hacerlo, es útil, pero también es una tortura china. Dame un teclado grande, por favor.

3) La batería
Si al bicho le das de bomba con Internet Mail Twitter Winamp y sarasa la batería agoniza y luego de como 6 horas tenés que recargarlo. Eso es un montón de mierda. No tengo el más mínimo problema en recargarla todas las noches, pero ¿En el medio del día? ¿Qué necesidad? Admito que mi uso de Internet en el trabajo es mucho más alto que el promedio que tendría cualquier persona, pero de cualquier forma no está bueno.

4) La cámara de fotos
La cámara de fotos dentro de todo zafa y está bien para algunas circunstancias y para la ocasional funny picture, pero ta. Tiene 5mp, un cacho menos que la de mi vieja Canon (de 7mp) pero la calidad de imágen no se compara: La cámara de fotos es una cámara de fotos, el celular no. Además la aplicación para sacar fotos es lenta, engorrosa y fea de usar.

5) El touch
Todo bien, pero van 3 meses de uso y todavía me embola un poco mandar sms y escribir textos largos con el la interfaz táctil. Es un poco lento y ponele que escribo bastaaante más lento que lo que podía llegar a escribir con un viejo celular con las teclitas númericas y diccionario. En particular la aplicación de SMS es como un cacho lenta e irónicamente a veces es más práctico mandar mail o chatear o twitter que mandar un SMS. Esto tiene una ventaja igual: A fin de cuentas terminás mandando menos mensajes y te ahorras unos pesos.

En fin

No conozco mucho el mundo de los celulares, pero viéndolo un poco de costado, creo que estamos viviendo una época transitiva, donde el concepto de “Smartphone” va a morir, ya que en breve todos los celulares van a tener las mismas prestaciones y funcionalidades universales. Es más, diría que en un futuro no vamos a estar hablando ni de smartphones ni de celulares, sino simplemente de un “coso” multi-uso que sirva para internet, hacer llamadas, música, internet, cámara de fotos y video, aplicaciones diversas y quien sabe más. Pero para eso falta bastante y mientras tanto el Smartphone es una máquina un poco confusa que intenta ser algo bastante mejor de lo que puede ser ahora. No me cuesta para nada imaginarme un futuro cercano, donde pensemos en los primeros iPhones y celulares Androd con nostalgia y gracia, sobre lo imperfectos e ineficientes que eran. Y estaremos todos felices, usando algun cachivache que me cuesta imaginar con soltura y despreocupación como quien usa cualquier PC de escritorio.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Este post será compartido en Facebook, Twitter y Google+.



En esta pequeña charla, Chris Poole (el gurí fundador de 4chan) nos cuenta como la mayoría de las redes sociales (principalmente, Facebook y Google+) intentan solucionar el tema de la invidualidad de cada usuario de la forma equivocada: “Las redes intentan vernos a nuestras personalidades como si fuesemos espejos, cuando en realidad somos más bien como diamantes: Somos diferentes dependiendo del punto de vista de donde se nos mire”. Es algo muy sencillo que recuerdo haberlo aprendido en sociología de secundaria: Cada persona toma un rol diferente dependiendo de con quien habla y con quien trata. Sin embargo, todas las redes se esfuerzan por tener a TODOS los usuarios posibles y consideran que van a compartir TODO en ellas.

Poole se dedica  más bien al tema del anonimato, de como Google+ inicialmente sólo permitía hacerte una cuenta con tu nombre y apellido reales (gran error), y de cómo Twitter funciona mejor ya que es en base a nicknames y que permite con facilidad utilizar varias cuentas simultáneamente. Pero a mi me hizo pensar un poco en otras cosas sobre como funcionan un poco las redes y la relación que tenemos con ellas.
Cuando apareció Twitter, recuerdo que hablé con Javier y me dijo algo que al principio no me cerraba pero después comprendí: La diferencia entre cada red social es su público. Yo escribo en Twitter cosas que no escribiría en otro lado, y cosas aquí que no escribiría en otro Facebook, etc. Uno de mis lugares favoritos en Internet es el foro de un estudio de grabación donde puedo nerdear de lo que quiera o incluso hablar de inquietudes más personales, ya que a veces está bueno compartir cosas con un montón de nerds de Chicago que nunca conocí y seguramente nunca vaya a conocer. Por eso mismo, que una nueva red pretenda tener a todos los fucking usuarios también no sirve, porque justamente anula que cada red tenga su mismo público. Es algo que escribí hace poco: Tengo un link para enviar que me parece interesante. ¿Donde lo publico? ¿Acá? En Google+? En Facebook? ¿Twitter? ¿En TODOS los lugares?

Quizás por esta razón los foros que tratan nichos particulares siguen funcionando y son tan ricos e interesantes. Por eso tal vez Ravelry (la  red social dedicada al tejido y el  crochet) es todo un ejemplo de éxito, manteniéndose fija su submundo y siendo adorada por su comunidad. Hace como diez años era común que cada persona que paseará por internet tuviera sus varios lugares donde participaba: Su foro de algún videojuego, su salón de chat en el Soulseek, su grupo de amigo reducidos en ICQ. Intentando no sonar inmundamente nostalgioso, no estaba nada mal esa forma de funcionar de Internet a principios de la década. Y no me extrañaría que en un futuro Internet empiece a funcionar más en base a esa viejo fórmula, donde cada uno juntaba comunidades de aquí, alla, y armaba su mundo propio.

sábado, 29 de octubre de 2011

Subir Volumen / Bajar Volumen.




If you ignore the chords your options are infinite and you can master guitar playing in one day.
David Fair.

Quizás esto sea ingenuo o se pueda leer como la justificación de cierto lumpenaje tecnológico (y también tiene que ver con el hecho de que se acerca mi cumpleaños), pero estuve pensando últimamente en el método más sencillo y atrasado de pasar música en fiestas: 2 winamp y una ventanita de búsqueda. 

Y estuve pensando en que quizás es la mejor forma de pasar música en una fiesta. Dos winamp y una ventanita de búsqueda. Familiar, reconocible, sencillo, cavernícola y feo. Los humanos traen sus celulares, mp4s, pendrives y discos externos y los conectan umbilicalmente a la notebook encendida como una nave nodriza, un montón de cuadraditos parpadeantes en una habitación llena de humo de cigarrillo. Y en el centro del sistema dos winamp y una ventanita de búsqueda que cualquiera puede manejar. Y subir y bajar el volumen que es una cosa de estúpidos.

Cualquiera viene y pone dos temas y después se va y la fiesta se compone de una manada de micro-pinchadiscos. Obviamente que habría momentos muy bajos y momentos geniales, kitsch, ironía bien y mal entendida, hits revalorizados, expectativas truncas, sets demasiado cortos (o demasiado largos), apropiaciones maniáticas y luchas de poder. Pero no habría centralidad ni (probablemente) aburrimiento ni monotematismo.

Y si bien he visto cosas parecidas, no digo que sea una nueva utopía, ninguna fiesta manejada con dos winamp y una ventanita de búsqueda es perfecta. Pero me gusta la idea de un lugar en donde aquel que elige la música que el resto va a bailar no tiene casi poder (más allá de la selección de un puñado de temas). Diluido. Una manada de micro-pinchadiscos y una fiesta esponsoreada por tus amigos.

lunes, 3 de octubre de 2011

Shameless Self Promotion.


El sábado salimos en un pequeño blurbcito en la Ñ, la revista de cultura del diario Clarín.
Desde ya, agradecemos a quién haya sido responsable y solo queremos decirle que si tenemos apellidos, solo que no los usamos por miedo a las represalias de las organizaciones criminales secretas del mundo.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Guitar nerds of the world, unite!



Aprovecho este espacio para hacer un pequeño chivo de un pequeño nuevo blog que arranqué esta semana. Se llama "¿Está grabando?.." y trata sobre home-recording, guitarras, amplificadores, teclados, micrófonos, y un montón de chachara nerd totalmente insoportable pero que quizás a alguno de ustedes les parezca algo así como interesante. Así que si les interesa, estan más que bienvenidos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

La Biblioteca Inexistente (23)


1) Hace un par de meses salió el primer libro solo con palabras de Grant Morrison. Llamado “Supergods”, es una especie de historia del concepto del superhéroe cruzada con una autobiografía de Morrison en la industria y con una exploración metafísica del potencial del concepto para hablar de nuestro futuro. Yo todavía no lo leí, a pesar de que descansa en mis repisas, pero acá está la mejor reseña que he leído hasta el momento, escrita por Paul Gravett, historiador del comic y guionista en su propio derecho. Le da demasiado duro, a mi gusto, con el temita de los derechos de Siegel y Shuster (no TODO libro que se escribe sobre el período tiene que ser una especie de reivindicación histórica para las injusticias creativas) pero está bien. Lado B: la crítica de Tom Ewing, igual de interesante pero menos dura.

2) 50 maneras de hacer puré. Eso, nada más que eso. Para los pobres hombres y mujeres de Hispanoamérica que se acaban de mudar solos y no saben como cocinar.

3) Un crítico de cine de Slate, bastante poco adepto a los Coen, se dedica a mirar todas sus películas y se sorprende de como su parecer cambia a medida que les da más chances. Lo mejor de la nota es como le saca las fichas a los elementos recurrentes de las creadores (hombres detrás de escritorios, grandes amenazas que corporizan al mal) y como llega a la conclusión de que no son nihilistas, son sencillamente tipos preocupados por encontrar sentido en un universo cruel para los hombres.

4) Quizás esto es golpear a un caballo muerto, pero ésta nota sobre el ascenso y la poco gloriosa caída de MySpace está muy bien. Quizás muy centrado en los tejes y manejes empresariales, pero eso no le quita merito a esa gran actividad humana: leer sobre como otros fracasan.

5) Feliz cumpleaños, Sonic. Una hermosa nota de Tim Rogers (quién rápidamente se está volviendo mi crítico de videojuegos favorito) en la que apunta exactamente a cuáles son los problemas con el erizo azul favorito de todos y como arreglarlos. Es muy divertido la manera en que el tipo se burla de todos los patéticos intentos de Sega de relanzar a Sonic haciendo cualquier cosa menos UN JUEGO DONDE ANDAS A TODA VELOCIDAD.

6) Bill Sienkiewicz habla de Big Numbers y que es lo que realmente pasó con el número 3 y 4, abandonados, re formateados, finalmente completados por Al Columbia quién luego destruiría el arte original (al menos así cuenta la leyenda). Acá Sienkiewicz intenta aclarar que pasó con ese gran proyecto perdido de Alan Moore, su famosa novela fractal matemática que no estaba destinada a ser.

7) Shaun Ryder está feliz: limpio, rescatado, casado y con hijos, Ryder reflexiona sobre su pasado con los Happy Mondays, su consumo de drogas desenfrenado y su sus peores años: los últimos diez, en los que estuvo preso de una demanda de sus anteriores managers que no le permitía cobrar nada de dinero producto de su actividad artística. Es una nota bastante triste, pero esperanzadora a la vez. Lo mejor: los dientes nuevos que le regaló un fanático de los Mondays, una promesa con más de 20 años, a precio de costo.

8) ¿Qué tan difícil es meter una caricatura en el New Yorker? James Sturm, dibujante de comics tan buenos como “Fantastic Four: Unstable Molecules” hizo el intento este año como una manera de practicar un tipo de dibujo menos intensivo y con menos exigencias. Que equivocado estaba. El proceso de selección es brutal y hay demasiados caricaturistas interesados en entrar. Uno puede estar AÑOS mandando dibujos sin lograrlo. ¡Léanlo y lloren!

9) Los 30 insultos entre autores literarios más despiadados de la historia. Incluye: “una hiena que escribió poesía en tumbas”.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Berlín. Final


Museos

En Berlín hay como 3 museos por cuadra. Hay de todo un poco, pero hay algunos muy muy buenos. Acá una lista exhaustiva de los que visité, algunos muy recomendables, otros no tanto:

Museo de la Tecnología (Deutsches Technikmuseum)
Una especie de guía exhaustiva sobre TODA la tecnología creada por la raza humana, obviamente desde un punto de vista alemán. Esta la replica de la primera computadora del mundo, junto con otros modelos, discos de memoria viejísimo, etc. Después tenés más o menos el mismo contenido sobre el cine,la fotografía, la impresión, la costura, el transporte (hay como 5 cuartos gigantes con la historia del ferrocarril, con decenas de vagones históricos), la joyería, la medicina y quien sabe qué cosas más. Cuando llegué a la zona de 5 pisos con la historia de la navegación y la aeronáutica (con miles de modelos de barcos submarinos escafandras mapas antiquísimos aviones planeadores etc etc) sonó el timbre de que se había acabado la hora y me tuve que retirar. Pero es muy bueno. Además, ¡Es gratis!

Museo de Arte Contemporáneo (Hamburger Banhof)
Museo bastante grande con un montón de exposiciones diferentes. Tenían una fija con muchos originales de Warhol (lo cual fue genial, ver los cuadros gigantes me hizo all fin entender bien  su obra), unos cuadros de Robert Rauschenberg, también una exposición un tanto imposible sobre “Land Art” (pasaban ahí un documental muy largo sobre la Spiral Jetty, por ejemplo). También una exposición de Cory Arcangel, con proyecciones y trabajos basados en videos de Youtube y edición de video, estuvo bueno ver cosas nuevas, y varios cuartos dedicados a Joseph Beuys (¿puedo decirlo?.. ok, acá va: no entendí nada).
La exposición que más me impacto estaba en una sala llamada “Secret Place”, que estaba dedicada a outsiders, personas no-artistas que habían creado en cierta forma, obras. La exposición que había era inquietante: Era la obra de un tal Horst Ademeit, conocido de Beuys, nativo de Dusseldörf, que durante 14 años se dedicó a sacar obsesivamente miles y miles de polaroids que encontraron en su casa luego de que él murió. Las polaroids estaban organizadas en dos grupos, unas que eran más bien fotos de zonas cercanas a su casa, edificios en construcción, fotos “nada”, con anotaciones en cada foto. Las otras, que eran algo así como un “diario”, eran casi todas iguales: Una foto de unos diarios del día, un contador geiger, un reloj, algún otro medidor, y todos los bordes de cada foto escritos con una letra minúscula. Eran MILES Y MILES de fotos, todas escritas, algunas de las polaroids veladas, con ese color oro tan raro con el que quedan, e igual tenían todo escrito en los bordes de la foto. No se porqué me gustó tanto esa exposición, tal vez por esa cuestión tan sincera, tan “no-arte” que tenía toda la “obra” (que posiblemente jamás fue pensada como tal), y también por que vos veías toda la exposición y decías “fa, este tipo estaba realmente mal”.



(pique turista: este museo esta al lado del museo de historia natural, no es mal plan dedicar una tarde o mañana a visitar los dos)

Museo de Historia Natural (Museum Für Naturkunde)
Creo que solo necesito describir una cosa sobre este museo: Entrar y ver el GLORIOSO Y MAJESTUOSO FÓSIL DE UN BRAQUIOSAURIO EN TODO SU ESPLENDOR EN LA ENTRADA. My god. Abajo incluso tiene un cartelito del libro Guinness de los records ya que es el esqueleto fosilizado y ensamblado más grande del mundo. La puta gloria.



Obviamente el resto del museo esta super bien, otra parte interesantísima un recopilado de antecedentes al ser humano con los huesos y modelos en arcilla de como se verían unos cuantos australopitecus y homos no-se-cuanto, una exposición dedicada al Archaeopteryx con cómo 8 fósiles distintos (el original es alemán). Nada, liberen su inner nerd y vayan a pasarla bomba.

Checkpoint Charlie
Supuestamente EL museo sobre el muro de Berlín, la verdad que fue una decepción. Ocurre que es un museo que tiene unos 40 años y se fue cargando de objetos y cosas mientras el muro todavía estaba ahí. Entonces el interior es caótico, borroso y es difícil de navegar, además de que esta repleto de gente, los textos estan mal escritos y esta todo decorado con pinturas de artistas locales con metáforas del muro que son un espanto. Además, es caro (unos 12 euros). Eso sí, la trampa para turistas que es afuera, donde esta el cartelito (falso) de “you’re leaving the american sector” es hilarante. Podes sacarte fotos con gente disfrazada de soldados rusos! Venden pedacitos de muro! Venden remeras que dicen “i <3 checkpoint charlie”. Wtf? En fin.

Topography of Terror
A unas cuadras del Checkpoint Charlie, este museo esta dedicado a las actividades y la historia de la Gestapo y la SS. Es una colección de fotos y documentos, pero esta muy bien narrada y es super interesante, con bastante enfasis en Heinrich Himmler, el hijo de puta más hijo de putas de todos, después del señor de bigotito. También hay fotos muy inquietantes de momentos felices del nazismo, como esta:



El museo concluye con el final del Reich, los juicios y lo que pasó con cada uno de los involucrados en toda la mermelada esa. Es un museo mucho más histórico y ‘formal’ que los demás, pero sí les interesa el tema, es muy recomendable.

Museo de Historia Alemana (Deutsches Historisches Museum)
Enoooorme museo sobre un tópico igual de enorme: Toda la historia alemana, desde los comienzos como un conjunto de villas y poblados en el siglo X hasta la caída del muro. Es largo y denso pero muy interesante, especialmente para uno, sudaca acostumbrado a que la historia haya arrancado hace unos 300 años recién. Hay miles de cosas, desde maquetas de lo que eran las primeras villas que formaron alemania, decenas de cuadros históricos, mucho material sobre la plaga, las guerras, revolución francesa, e inevitable enfasis en ambas guerras. ¡Hay un antecesor del pinball del 1700! Bastante chocante es encontrar nada más y nada menos que el escritorio del señor de bigotito, así como su globo terráqueo gigante (que tiene un balazo, y varios golpes y daños).

Museo de Pérgamo (pergamon museum)
Otro museo que te caes de culo, el museo de pérgamo es cómo tres museos en uno: Por un lado, tiene toda una exposición gigante sobre la ciudad griega de pergamo (que estaba donde ahora es turquía), con un altar monstruoso que ocupa toda una sala, con un friso alucinante de la pelea de todos los dioses griegos contra los gigantes. Ya se que suena aburrido y nerd, pero realmente tenés que estár ahí para entenderlo, es emocionante. También incluyen un museo de arte antigua del medio oriente, y otro de arte islámica. Hay cosas increíbles, un montón de estatuas y tabletas babilónica (con esa escritura cuneiforme que es de los primeros alfabetos que existen). En el museo islámico podés estar viendo un jarrón grabado durante horas con todos los detalles increíbles que tienen, al igual que montones de tapices, estatuas, cuartos enteros pintados y decorados, etc. Es super clásico, esta muy lleno de turistas, pero es un gran museo. Además, tiene audioguías gratis que vienen con la entrada, que son una buena forma de visitar un museo.
(pequeña anécdota: Chichi en un momento vio un papiro de un Corán antiguo, del año mil o por ahí. Pensó “qué lindo”, y luego al rato apareció un niño musulmán, miró el papiro y llamo a la familia, “mirén, mirén!”, y se junto toda la familia fascinada con esa hoja y el padre empezó a leerselos y contarles que parte del Corán era. No es lo mismo para nosotros que para otros)


Otros lugares

Además de los museos, algunos lugares o landmarks que estuvo bueno visitar:

Tempelhof Airport
El aeropuerto de Tempelhof, básicamente es un gigante aeropuerto creado por uno de los arquitectos de Hitler durante el tercer reich. Esta ubicado muy en el centro de Berlín, lo cerraron en el 2008 y lo convirtieron en.. un parque. Sí, tienen kilometros cuadrados de terreno vacío en el medio de la ciudad que valen trillones de euros y los hijos de puta los convierten en un fucking parque.
La cuestión es que es fantástico. Entras y estás en un aeropuerto gigante en el medio de la ciudad, un terreno llano eterno y casi abstracto. La gente anda en bici, en rollers, en segway (las alquilan, si eran baratas casi consideramos ir en unas, por lo bizarro, pero era caro), hace barbacoas por ahí, la gente toca música, hay canchas de futbol, un mini-golf, plantaciones orgánicas, reservas de pájaros, etc, etc, etc. Y que haya un espacio tan vasto hace que la gente improvise e invente cosas. Un ejemplo: Mientras hacíamos un picnic ahí, nuestro amigo Pablo comentó que vió en un momento un muchacho andando en Bici, sin manos, con una guitarra, andando en bici y componiendo canciones y cantando. Daba vueltas muy lentamente por el aeropuerto, y a la segunda vuelta que lo vió, tenía como a 10 personas en bici y rollers siguiendolo y escuchándolo. Eso no pasaría en ningún otro lado simplemente porque en ningún otro lugar es posible andar en bici sin manos tan seguido en un lugar tan vacío como ahí. Es genial.
Encontré este videito que muestra muy bien el ánimo del lugar. Veanlo, vale más que mil fotos:



Kreuzberg
El centro más hipster de Kreuzberg (cerca de la terminal de Kottbusser Tor) son unas cuantas cuadras llenas de locales simpáticos, bolichitos, lugares para comer y pubs. Para comer está buenisimo Kreuzburger, un local de hamburguesas re rústico, baratas y muy apetitosas. Enfrente hay un bar muy lindo llamado Franken, con una decoración media anticuada y medio rocknrollera / the cramps, donde te pasan cualquier cosa de música (un día que estuvimos intercalaban entre un metal al re mango y no se, country). Después un bar gay llamado Rosie donde todas las paredes estaban cubiertas de plush rosado, un par de bar de viejos borrachos, y medio al lado está el SO36 (mítico club punk de por ahí, tocó medio mundo, ahora más que nada parece que hacen fiestas, no pudimos entrar pero estuvo bueno).


Mauerpark
“la tristán narvaja berlinesa”, básicamente. Es los domingos, desde muuy temprano hasta las 4-5 de la tarde, y hay millones de locales con ropa usada, chucherias, remeras, cds, vinilos, instrumentos, gente que lleva cosas random en cajas, lugares para comer, etc. Además, esta en el barrio de Prenzlauer Berg que es lindo y está un poco alejado y vale la pena luego recorrer y visitar.



En el MauerPark también hay un escenario de Karaoke GIGANTE, no se, entraran unas 1000 personas, al aire libre, y la gente se cuelga muucho a cantar y todos cantan bárbaro, el público hace coros, se emociona, aplauda por la mitad del tema. Es muy encantador, y en el rato que estuvimos vimos a un viejo desgarbado haciendo una versión genial de My Way de Sinatra (en alemán), una gordita cantando “Basket Case” de Green Day, un niño de 10 años que cantaba INCREÍBLE haciendo un tema tradicional, un tipo todo vestido de neon y con lentes negros haciendo YMCA y no se que otra bizarreada. Good Times. ¡Vayan!

Epílogo

- Vos cuando te pechas con alguien en el metro le decís ‘sorry’, no?
- Sí.
- Bueno, preparate para decirle ‘sorry’ sin querer a la próxima persona que te peches en Montevideo.

Pasé dos semanas en Berlín, en los últimos días fue inevitable hacer un pequeño resumen o un redondeo de lo mejor, lo peor, y lo que quedó pendiente de la ciudad.
Lo mejor del viaje sin duda alguna fue el lado más humano, o sea, encontrarme y pasar tiempo tanto con mis amigos que vivén allá (Pablo y Tomás, así como sus parejas, y Javier en Munich) y con Chichi. Interactuar con ellos, conocer gente cercana a ellos, conversar de cualquier cosa con ingléses, búlgaros y alemanes, y poder vivir la ciudad a través de ellos.
Tanto a Pablo como a Tomás los vi contentos y felices con vivir lejísimos de su tierra natal. Ambos exorcizaron el viejo miedo de “¿Y me quedó acá? ¿Me vuelvo? ¿Sigo buscando?” y eligieron a Berlín como lugar para vivir, al menos por un buen tiempo. Claramente no era todo color de rosa, y ambos estaban trabajando mucho y remándola día a día, pero contentos, satisfechos. En el caso de Tomás, con su banda están muy cerca de lograr ese objetivo de poder vivir 100% de la música, algo casi impensable acá, y haciendo una música más bien hermética, cantando en español y para un público bastante pequeño. Su vida y la de su banda además se empezaban a mezclar y confundirse: Si le iba bien a la banda, sacaban discos, hacían giras, les iba bien, ellos iban a poder vivir mejor, más cómodos, lo cual les permitía hacer más y mejor música, y cuanto mejor la música que hagan, mejor les va a ir. Es algo bastante tonto en realidad, pero nunca lo había visto tan directamente. Parecía ser alucinante y terrorífico a la vez, como todas las cosas realmente importantes en la vida.
Haber decidido viajar con Chichi fue una excelente idea, además de muy disfrutable. No solo por la comodidad y de poder alucinar juntos sobre la ciudad, sino de poder organizarnos bastante bien. Ella trabajó mucho, igual, lo cual me permitió pasar un montón de tiempo solo, callejeando, recorriendo barrios aleatorios a ver qué pasaba y visitando amigos. La conjunción perfecta entre viajar solo y viajar acompañado. A Chichi  le fue muuy bien en su trabajo, pude conocer su ambiente de trabajo (muy agradable, por cierto) y me pude contagiar mucho de su entusiasmo al convivir con ella, poder contemplar juntos que el techo en Alemania está en otro nivel que en Uruguay, y que ella en su caso estaba muy cerca de llegar a él. Es una sensación tremenda.
Otra tontería: Definitivamente lo más divertido de viajar, más que visitar landmarks y millones de museos, son pequeñas situaciones con amigos, conocidos, conversar con un londinense sobre los riots y de como vivirlos, hablar con una surcoreana sobre lo difícil que es vivir tan lejos de tu tierra, el extrañar-pero-acá-estoy-tan-bien, en fin, darse cuenta que las inseguridades y problemas que tenemos todos son bastante parecidos.

¿Cosas Pendientes? Me hubiera gustado ir al Berghain / Panorama Bar, aparentemente uno de los clubs de electronica más copado del mundo, construido en una planta eléctrica entre Kreuzberg y Friedichshain. Abre de viernes a lunes y nunca cierra, es una fiesta demencial que sigue de largo. Pero bueh, quedó para la próxima.
En realiad, lo que más quedó en el tintero es haber conocido más gente alemana, o al menos, local. Rápidamente me encontré en un circulo rodeado de argentinos, españoles y uruguayos del cual fue difícil salir, y con el cual estuve muy cómodo, y entonces me faltó un poco eso de conocer más la idionsincracia de los locales y alemanes.
Luego de casi tres semanas viendo miles de carteles y escuchando centenas de conversaciones sin entender un sorongo, es inevitable: Te morís de ganas de aprender el idioma. Curiosamente, todos mis amigos que viven o vivieron allí me contaron la misma experiencia, casi calcada: Luego de estudiar alemán más o menos un año y medio, intensivamente, terminaron frustrados, sin poder entablar ni una puta conversación. Es lo que llaman el “período de bloqueo”. Luego de unos cuantos años más, lentamente se empezaron a soltar y el idioma te empieza a entrar “por los poros”. Pero parece que es difícil, muy difícil, y el tema de que la puedas remar en casi cualquier lado en inglés es muy tentador y dificulta bastante que uno se animé a tirarse a la pileta del idioma local.
Es interesante la relación que tienen con el ingles. Una pequeña anécdota: Estábamos sentados haciendo murito afuera de un festival de música. Chichi me comentaba que le parecía una falta de respeto hablarle a los alemanes directamente en inglés, que prefería empezar disculpándose por no saber alemán. En parte, estoy de acuerdo. A los minutos una muchacha se nos acerca y nos pide en alemán que nos corramos para que pueda sacar su bicicleta. Le decimos en inglés que no entendemos, y ella en seguida se disculpa por no habernos hablado en inglés. Hasta gente que te pide en la calle te pide las cosas en alemán e inglés (y a veces hasta francés!). En los conciertos y recitales, las presentaciones y el diálogo de las bandas es también en inglés. Muchas cantan en inglés también. Es extraño.

Yo nunca viajé mucho, esta fue mi primera vez en Europa y sólo recorrí 3 ciudades, y sólo una profundamente. Nací en Buenos Aires, pero soy bastante más uruguayo y veo muy difícil vivir en Buenos Aires. El ritmo es imposible. Pero sí, a la pregunta general que me hizo mucho tiempo: Es terrorífico, sí, pero me vi viviendo en Berlín, quizás en parte por mis amigos tan cómodos, en parte por haber ido en verano. Mientras hacía las compras, me tomaba el metro, hacía cualquier cosa, siempre en mi cabeza, en un tercer plano, había un plan complejo de cómo se podría hacer para poder vivir ahí. No es totalmente descabellado. Pero por ahora no. Pero la sensación de estar a miles y miles de kilometros de ‘casa’ y sentirse tan cómodo, es maravillosa.
Con esto termino la serie de crónicas de viajes. Disculpen si fue demasiado largo o intrusivo al ritmo normal del Blog. Prometo que si hago otro viaje, empiezo a escribir todo en un blog paralelo. ¡Salut!

domingo, 11 de septiembre de 2011

Berlín. Música

En total fui a 3 conciertos mini-festivales. El primero fue muy simpático, en una especie de lugar ocupado cerca de Ostkreuz, el escenario era una especie de escenario móvil, hecho por varias secciones, una cada vez más pequeña que la otra, que se podían “plegar” y de esa forma transportar fácilmente de un lado a otro. Era un mini-festival feminista y queer para juntar plata para una banda a la cual la habían cagado en una aduana o similar. La entrada era baratísima (4 o 5 euros, creo) y de regalo te daban un vasito con gelatina de vodka. Allí vimos a 3 bandas, destacó una cantante folk inglesa con muy buena voz, que tocaba con guitarra, looper y un casiotone. Por suerte no caía mucho en clichés y todo lo usaba muy bien. Las otras bandas eran bandas más bien indies, con algo de noise, algo de indie, etc. Lo mejor era el ambiente, que era algo muy suelto, cómodo y buena onda, no muy diferente a cualquier toque de por aquí.



El segundo fue el Indie Pop Festival vol.2, que eran 3 días y que fuí al segundo exclusivamente para ver a los Wave Pictures. En total eran como seis bandas, el precio era más o menos razonable, quedaba a 3 cuadras de donde nos hospedabamos en Kreuzberg así que fuí. De paso, podía conocer a las otras bandas e interactuar con gente.
Todo el festival estuve bastante incómodo. La gente estaba toda bastante lookeada en plan indie-60s-coqueto-belleandsebastianero y demasiado prolijo. La cerveza era cara. Y las bandas, bueh..
La primera se llamaba Sorry Gilberto y no estaba mal, pero nada: Indie pop a cara de perro, con guitarra eléctrica, farfisa, melódica.. ¿ya pueden adivinar el resto de los instrumentos no?.. Sí! Casiotone! Glockenspiel! Ukelele! Las canciones eran lindas pero nada, era todo medio Juno.
El segundo era un flaco que tocaba la acústica y el ukelele. Todos temas rapidítos y “simpáticos”. Al principio me cayó bien ya que introducía los temas con frases onda “this song is about being drunk, and horny”. Después tocó un tema que se llamaba “Awesome Show” que medio explicaba todo lo que me rompía las pelotas de lo que pasaba en esa movida. La letra hablaba básicamente sobre lo copado que era ver un “awesome show by an awesome band” y terminaba en el tercero verso admitiendo que “aunque esto de tocar en vivo esta bueno, es mejor ver un gran show de otra gran banda”. No se flaco, sí opinas realmente eso, dejate de joder. Bajate del escenario y anda a un festival a ver otra banda.
La siguiente banda se llamaba Krystallin o algo así y fue deprimente. Una banda de gente más “grande” (35-45 años), y el librito decía que eran medio onda The Wedding Present. Eran increiblemente desprolijos, pero en el mal sentido: Pifiaban y el batero arrugaba y cortaba el tema por la mitad. Y arrancaban de nuevo. Lo hicieron com 4 veces, cosa que no veía desde algun show punk rasca en La Comuna. A uno de los guitarristas se le apagaba la guitarra y empezó a sacar pedales hasta que termino tocando directo enchufado al equipo. El cantante no era malo y se notaba que algunos temas tenían pila de potencial, pero era TODO muy igual. El baterista, sin exagerar, jamás toco el charleston. Todos los temas eran ride al palo. Me dejaron una sensación muy incómoda, me fuí antes que terminaran, me compré una birra y me puse a charlar con unos españoles, que parece que tocaban en el día siguiente en el festival. El guitarrista era un gordito simpático con una remera de The Field Mice que era una mezcla perfecta entre Matthew Perpetua y nuestro querido compañero Amadeo Gandolfo.
La cuarta banda estaba muy bien! Eran italianos, se llamaban Young Wrists y me recordaron un poco a unos Black Tambourine más climáticos. El guitarrista era muy bueno, el batero era GENIAL (tocaba parado, chancha redoblante pandereta, tocaba fuerte y le metía toda la onda). La cantante quizás era lo más flojo pero hacía el trabajo bien. Era todo bastante oscuro y fue un poco de aire puro en el show.
La penúltima no recuerdo el nombre, pero era su primer show , y eran una superbanda salida de dos bandas dream-pop de por ahí. Eran un embole todo suave y blandito, escuché 3 temas y me fuí.
Al rato cayeron los Wave Pictures, todos apurados y sin caras de muchos amigos, llevando los instrumentos. Su show fue brutal, y eso que tocaron todos temas que yo no conocía (presentando su nuevo disco, que todavía no escuché), pero igual fue buenísimo. Tocan fuerte, el cantante David Tattersall es muy carismático y aunque estaba en plan de “sólo vine a tocar” eran demasiado buenos y bueno, la banda entregó. Dos cosas que no me esperaba: 1) El batero canta muy bien, hubo un tema que salió de la batería a cantar un tema y fue excelente, seguro canta varios temas por disco, su timbre es parecido al del cantante aunque un poco más grave, y 2) David es uno de los guitarristas más alucinantes que vi en mi vida. Tocó con una vil Squier, sin pedales, y manejaba todos los sonidos subiendo y bajando el volumen de la guitarra. Rítmicamente era hiper preciso, soleaba perfecto, y nunca quedaba ese hueco de Power-Trío donde tenés la sensación de que te falta un instrumento.
Terminaron el show y desaparecieron rápidamente. Yo me pensaba retirar pero los chicos españoles que me había encontrar me agitaron a que los apoyé porque después de los shows de bandas y antes de la fiesta había una ‘Pop Quiz’. Eso mismo, amigos: Te ponían temas y tenías que adivinar el artista, o el nombre del disco, o el nombre de la canción. Era RE nerd y me dio un poco de vergüenza, aunque no puedo decir que no me divertí. Generalmente sonaban los primeros segundos y la gente saltaba gritando el nombre como desesperada. Agregué un puntito a mi grupo con “So long, marianne” de Leonard Cohen.
Nuestro grupo creo que quedó 4to y me gané un pin.
Cuando salí, en un bar a dos cuadras estaba Tattersall tomando una con unos conocidos. Lo saludé y lo felicité por el show.


El tercer festival al que fuimos fue un día de Drop Dead Festival, un festival con tendencias darkies que duraba seis días. Fuímos al segundo, donde tocaba Mueran Humanos, la banda de Tomás. El lugar donde se hacía el festival era genial, un lugar que antes se llamaba María, al borde del río Spree, un edificio enorme con 2 pistas y 2 lugares donde pueden tocar las bandas, y al costado varias salidas donde podías acceder a una pequeña “ramblita” donde la gente se acomodaba y fumaba.
Por supuesto, estaba todo repleto de góticos y techno-darks y piercings y enchulamiento y muchísimo negro y corsets PERO ADEMÁS había bastante gente vestida totalmente normal, o bizarros (recuerdo un gordito con unas orejas de gatito rosadas en la cabeza y vestido con una remera hippie, un capo). El ambiente dentro de todo era bastante agradable y cómodo. En las pistas pasaban mucho dark ochentero y cosas que parecían los smiths pero no eran, y los darkies bailaban felices por ahí. Parece que acá los góticos son gente copada.
Vimos sólo a un par de bandas del festival. Llegamos un poco tarde a Mueran Humanos, los siguientes eran unos que pensamos que eran rusos pero eran Lituanos: Un dúo de guitarra y cantante con bocha de pedales efectos y samplers tirando bases. Era todo bastante base repetitiva, riffs podridos y con sonido estéril de guitarra, ruido, y cantada-rappeada en lituano (supongo) con la voz con efectos. Todo medio festivo-pero-está-todo-mal, los temas por suerte eran sorprendentemente variados y eso lo volvió entretenido. El última tema fue una especie de ataque noise (noise del electrónico y jodido) con gritos que estuvo muy bien.
Fuimos a la otra sala, había dos chicas paradas en el escenario con una especie de pañuelos/velos en la cara. “Estará por empezar el show, supongo”. Pero el DJ seguía pasando música. Al rato se sube un flaco vestido todo de remera hippie y con el mismo velo, se acerca a una compu y tira como una base muy leeeenta y fracturada. El flaco se pone a cantar con auto-tune y las chicas se ponen a hacer una coreografía al lado de él. Al rato caí que lo que estaba presenciando era lo que me habían descrito hace unos días: El flaco este hacía Witch-House, el género ese pitchforkiano que había escuchado nombrar medio en burla. Escuchamos 3 temas, nos morimos del embole y nos pelamos a la mierda.
La siguiente banda era copada, unos franceses alemanes llamados Ania et le programmeur. Era como un rock con base electrónica bastante intenso, el cantante era bueno y cantaba en un rango alto, nada de esas cosas guturales a lo que uno esta acostumbrado. Tenían partes climáticas densas e intensas, rozando lo godspeed you black emperor. Y tenían un flaco que hacía play-back con una batería electrónica, que me pareció muy simpático. En ese show nos cruzamos con Tomás y Carmen y nos dedicamos irremediablemente a ir al backstage (el backstage era del tamaño de cualquier boliche grande de acá!) a mamarnos y comer galletitas (había galletitas, papas, fruta y pila de cosas, como en los backstage pro!). Pasó un buen rato, al salir del backstage escuchamos los últimos compases de una banda en plan Le Tigre pero más politizada y con batería más al palo. Meh. Dimos un par de vuelas, decidimos ir a otra fiesta y ahí se acabo nuestro período de recitales.
Hablando unos días después con Tomás, y contándole sobre mi experiencia en los festivales, me contó que la escena dark-gótica es mucho más abierta y copada que la escena indie, digamos. Que tocan un montón de bandas re distintas, hay poco reviente (léase drogas), y la gente baila y pasa un buen rato, es muy saludable. La escena y bandas indies por otro lado son mucho más rígidas y es como algo totalmente importado, con poca personalidad. Ponele que no fuí a tanto show para poder confirmar eso, pero la sensación que me dió fue esa. Me quedaron pendientes ver a Kurt Vile y Blonde Redhead, ambos shows que me perdí por no haber sacado entradas anticipadas.
El próximo post es en unos días, y son más que nada últimas generalidades sobre Berlín y algunos de los lugares que visité. Salut!